Uno de esos países emergentes es la India: en 2005, aquel mercado registró unas ventas de 1,2 millones de unidades, una cifra que al final de este ejercicio se situará cerca de los tres millones. El ritmo de crecimiento es de alrededor de un 20% anual, por lo que en 2015 se espera una cantidad cercana a los 3,7 millones de unidades matriculadas. Renault ya se dio cuenta de esta evolución hace cuatro años, y en 2007 inició sus actividades en el país asiático. Ahora, la marca francesa quiere aumentar su presencia, y por ello ya ha anunciado una ofensiva de productos que prevé la llegada de cinco nuevos modelos de aquí a finales de 2012. El primero de ellos es el Fluence, que acaba de ponerse a la venta. Detrás de él le tocará el turno al Koleos y a otros tres modelos, entre ellos otro SUV.
Esta estrategia lleva de la mano una ampliación de la factoría que la marca tiene en Chennai, así como la puesta en marcha de otras infraestructuras para garantizar la producción y la distribución. Esta fábrica de Chennai estará preparada para producir, en 2015, unos 400.000 vehículos al año, y se apoyará en un centro de ingeniería -también en Chennai-,una filial comercial -en Chennai-, un centro de diseño -en Mumbai- y un centro logístico y de exportación de piezas -en Pune-. A todo esto habrá que añadir una red comercial que contará con 100 puntos de venta a finales de 2012.
Además, para mejorar la calidad del servicio postventa, Renault ha seleccionado a un buen puñado de técnicos y futuros formadores, que han sido instruidos en la Renault Academy, en Francia. De esta forma, la firma francesa quiere cerrar el círculo sin salir de la India, donde pretende distribuir sus piezas, fabricar, vender y realizar el mantenimiento oficial. Y es que, como afirma el propio comunicado de prensa, -debido a la existencia de unas elevadas tasas de importación en la India, sólo los vehículos ensamblados localmente pueden competir y conseguir importantes cuotas de mercado-.
