Pero el problema para Renault va más allá. Más grave que la salida de estos patrocinadores es la mala imagen que tiene en estos momentos la escudería, que sin duda pondrá serias dificultades a la hora de encontrar un nuevo patrocinador de cara a las próximas campañas. Cuando hace unos días la FIA rebajaba la sanción a una simple advertencia, se veía claramente la intención de mantener al equipo en la parrilla, ya que una dura sanción económica habría acabado con el abandono del Gran Circo. Ahora, la falta de apoyo financiero pone en serio peligro su continuidad, aunque confiamos en que tarde o temprano venga algún magnate cargado de euros que les salve el cuello.
