La Fórmula E nació en 2014 envuelta en un mar de críticas relacionadas con la ´electrificación´ de la competición, algo escandaloso a ojos de los más puristas. Sin embargo, temporada a temporada, los monoplazas han ido ganando en potencia y en velocidad y, con ello, el certamen cuenta con más seguidores. Aún está lejísimos de la Fórmula 1, pero comienza a comerle terreno poco a poco. Y, en ese marco, Renault Sport comienza a dedicar parte de sus esfuerzos a los coches impulsados por electricidad. Así, en el pasado Salón de Ginebra la firma francesa presentó el ZOE e-Sport Concept, o lo que es lo mismo, un ZOE de carreras.
Renault nos invitó al circuito francés de Dreux, muy cerca de París, a probar esa unidad. Lo primero que me advierte Alexandre Bernard, jefe de proyecto del ZOE e-Sport Concept, es que el coche no comparte ni una sola pieza con el ZOE original. Bueno, el capó delantero sí es de un ZOE original. Todo lo demás es diseñado desde cero. Así, el chasis es tubular diseñado por el especialista Tork Engineering, la carrocería es de fibra de carbono (excepto el mencionado capó), no hay cristales (sino metacrilato) y todos los elementos de competición cumplen con la normativa FIA (arco de seguridad, baquets, arneses, extinción, cortacorrientes…)
Como puedes ver, el aspecto del coche es impresionante. Y si te estás preguntando qué motor lleva esto, no te voy a hacer esperar más: cuenta con dos motores de Fórmula E, uno delante y otro detrás, que le proporcionan una potencia conjunta de 460 CV y un par de 640 Nm con los que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y de 0 a 210 km/h en menos de 10 segundos. A diferencia de un Fórmula E, no hay caja de cambio, sino que el ZOE e-Sport avanza con un único desarrollo, al igual que el ZOE de calle… pero mucho más rápido.
El coche ha sido desarrollado conjuntamente por Tork Engineering, Renault Sport y la escudería Renault e.Dams Formula E. Lo sensacional de todo es que sólo tardaron seis meses en completarlo. Para subirte al coche, has de sortear una jaula antivuelco y sentarte en el estrecho baquet. Ante ti queda un volante extraíble, un selector para el cambio, una pantalla multifunción de competición… y poco más. Me abrocho los arneses y salgo a pista. Como puedes esperar, este artilugio corre una barbaridad. Es experimental, por lo que está envuelto en ruiditos y rozamientos procedentes de los diferenciales. Sin embargo, es prometedor, tanto que Alexandre me confirma que esto fue un simple ejercicio de estilo, pero que funciona tan prometedoramente bien que se están planteado incluso crear una futura copa monomarca.
Los dos paquetes de baterías proporcionan una autonomía de unos 30 minutos a ritmo de carrera, así que tengo tiempo suficiente para empaparme de las sensaciones que proporciona el coche. Es muy competente teniendo en cuenta que aún es algo experimental, por lo que ojalá se decidan a fabricarlo. Y es que tiene cualidades para llegar a la competición. Por ejemplo, sus 1.460 kg de peso son bastante razonables teniendo en cuenta que las grandes baterías ya suman casi un tercio de ese peso. No te pierdas el próximo número 23 de EVO porque te contaremos con todo detalle como funciona este espectacular coche de carreras ´a pilas´.
