Los retos medioambientales del Extreme E

Extreme E, el nuevo campeonato de todoterrenos eléctricos, combina su actividad deportiva con la de la concienciación sobre los grandes retos medioambientales.


Concienciar sobre retos medioambientales es uno de los pilares del Extreme E, para lo cual cada carrera se desarrolla en un escenario que representa un ecosistema amenazado. Nosotros, como usuarios de todoterrenos y amantes de la naturaleza, apoyamos decididamente esta labor didáctica y entendemos que ser conscientes de estos problemas es el primer paso para avanzar hacia su solución. Vamos a contarte cuáles son estos desafíos.

La desertificación

Estamos ante el primero de los retos. Alrededor de 12 millones de hectáreas de tierra productiva se vuelven estériles cada año solamente como resultado de la desertificación y la sequía. En las próximas décadas, se prevé que la disponibilidad media de agua en algunas regiones secas disminuya entre un 10 y un 30 %, lo que provocará que 2.400 millones de personas en todo el mundo sufran períodos de intensa escasez de agua y propiciará el éxodo de 700 millones de personas.

La degradación de los océanos

Se trata de otro aspecto sobre el que se pretende concienciar desde el Extreme E. La mitad de los arrecifes de coral y un tercio de los manglares y pastos marinos ya se han perdido, alterando gravemente el ecosistema de innumerables especies de peces, algo que supone además una grave amenaza para la población humana que depende de ellos y para el resto de la cadena trófica. Los plásticos, los vertidos de petróleo y los agroquímicos que acaban filtrándose a las aguas de los ríos están destruyendo el medio ambiente oceánico y contaminando las cadenas alimentarias, mientras que el cambio climático está provocando el calentamiento de nuestros océanos, haciéndolos más ácidos, alterando los arrecifes de coral, derritiendo el hielo en los polos y poniendo en peligro la vida que sustentan.

 

El deshielo polar

El tercer problema ecológico sobre el cual el Extreme E pretende incidir es uno de los más graves por su acelerado crecimiento. El cambio climático ha contribuido a que el calentamiento del Ártico duplique la media mundial, lo que ha provocado la desaparición acelerada del hielo marino del Ártico. La NASA estima que la masa de hielo de cada septiembre, en su mínimo de verano, se ha reducido en un promedio del 12,8% en cada década durante los últimos 40 años. Con menos hielo marino, se reflejan menos rayos del sol, lo que deja que el océano absorba más energía en forma de calor y acelera aún más el calentamiento. Algunos modelos predicen que es posible que prácticamente no haya hielo marino en verano en el Ártico dentro de una generación.

La deforestación

La cuarta preocupación medioambiental nos afecta directamente como editores de revistas impresas, que emplean siempre papel proveniente de bosques gestionados de forma sostenible; sembrados y cultivados específicamente para producir celulosa con la que hacer papel. En otras palabras: cuando compras un ejemplar de Fórmula TodoTerreno, estás contribuyendo a que se generen nuevas plantaciones de árboles destinados a producir celulosa que durante su crecimiento van a estar ayudando a compensar la huella de carbono de otras actividades, y cuando desechas tu ejemplar en el contenedor azul introduces en la cadena de la economía circular materia prima proveniente de un bosque sostenible.

Una vez aclarada la diferencia entre usar madera de cultivo y deforestar extensiones de bosques naturales, el avance de las tierras desarboladas para la agricultura, el pastoreo de ganado, la obtención de madera y la realización de infraestructuras es patente año tras año. Las regiones que alguna vez estuvieron ocupadas por grandes selvas tropicales son más susceptibles a las sequías y los incendios forestales, agravados por el clima extremo provocado por el cambio climático. Como resultado, las selvas tropicales se están perdiendo a un ritmo alarmante.

La reducción del permafrost

Estamos ante el último de los aspectos sobre los que el Extreme E pretende crear conciencia medioambiental esta temporada. Pequeños glaciares montañosos y casquetes polares están desapareciendo por toda la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego. Al ritmo actual de recesión del hielo, todos o casi todos los glaciares de la Patagonia y Tierra del Fuego desaparecerán durante las próximas dos décadas, y tanto los glaciares de los valles como las capas de hielo de la Patagonia también se reducirán severamente.

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