El ladrón, de unos 40 años de edad, circuló durante un buen tramo en dirección contraria sorprendido por los vehículos que bajaban por esa calle, por un agente de la Policía Local que le perseguía y por varios ciudadanos que corrían tras él en ayuda del dueño, que gritaba desesperado viendo como el ladrón se marchaba con su coche, según la información publicada por La Tribuna de Ciudad Real.
Según cuenta dicha información, los hechos tuvieron lugar alrededor de las doce del mediodía, cuando el dueño enseñaba el vehículo al ladrón y éste le pidió que le dejase conducir el coche para probarlo; cuando el dueño se bajó del coche para sentarse en el asiento del copiloto, el ladrón aprovechó para cerrar las puertas y se dio a la fuga.
La huída apenas duró unos minutos pero el ladrón tuvo que hacer varias maniobras de cierto peligro para escabullirse de los perseguidores. Atravesó varias calles y plazas del centro de Ciudad Real hasta que se topó con otros coches y tuvo que salir del coche perdiendo incluso su teléfono móvil en la huida, tal y como relata el diario manchego.
Un agente de Policía le siguió también a pie, aunque sin éxito. Para entonces, el coche ya estaba empotrado contra otro aparcado en la calle Alarcos, origen de la huida. Por suerte no se produjeron daños personales y los daños materiales el vehículo con el que chocó tampoco fueron de gravedad porque el ladrón ya había reducido la marcha.
