Como te hemos contado recientemente, la división de pedidos especiales Coachbild de Rolls Royce, con motivo de la Semana del Automóvil de Monterey, en California, ha presentado la saga de modelos Droptail. Se trata de cuatro unidades exclusivas, hechas totalmente a mano, en un trabajo que les ha llevado dos años de duración. El primer modelo fue el Rolls Royce La Rose Noire Droptail y ahora hemos conocido su segunda iteración: el Amethyst Droptail. Se trata de un encargo para un empresario de las piedras preciosas que, como puedes ver en las imágenes que acompañan al artículo, que imita las formas y los colores de la amatista.
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Debajo de esta pintura se esconde diferentes secciones de fibra de carbono para aportar ligereza y exclusividad. Sobre el vistoso acabado, se ha aplicado una fina capa de laca con un pigmento Amatista, detalle que sólo los más versados en la materia serán capaces de corroborar y que indica el nivel de detalle que es capaz de ofrecer el departamento Coachbild de Rolls Royce.
Los gustos del cliente fueron todo un desafío a la hora del desarrollo del vehículo. Por ejemplo, se quiso combinar el color del cuero del habitáculo con la madera del salpicadero. Esto llevó a los especialistas británicos a realizar un proceso de selección de más de seis meses y en el que llegaron a revisar más de 100 troncos antes de encontrar el color adecuado… casi nada.
Por otro lado, el cliente solicitó gemas de amatista para las esferas giratorias y la característica figura ‘Espíritu del Éxtasis’ que preside el coche. Cada piedra tuvo que ser examinada minuciosamente por la empresa del cliente antes de su instalación.
Un Rolls Royce ‘a prueba de bombas’
Como en el Droptail anterior, el Amethyst tiene un longitud de 5,3 metros de largo y 2 metros de ancho. Mantiene la configuración descapotable, aunque se ha añadido un techo rígido extraíble. Éste incorpora vidrio electrocrómico que permite que su superficie cambie de color y transparencia casi al instante. Sobre el papel, cuando el este electrocrómico no está activo, tiene un tono púrpura a juego con el resto de la carrocería. Cuando se activa, se vuelve traslúcido y se combina con los acabados del interior.
Para garantizar que todos los gustos del cliente funcionan correctamente, la gente de Rolls Royce ha sometido a este Droptail a un complejo programa de pruebas. Por ejemplo, las piezas de madera del interior se han sometido a más de 8.000 horas de pruebas, entre las que se incluyen, simulaciones a la exposición de luz solar o temperaturas de 80 y menos 30 grados celsius. Mecánicamente, el Rolls Royce Amethyst Droptail empleará un bloque V12 de 6.75 litros que desarrolla 600 CV y un par máximo de 800 Nm.
La ‘joya de la corona’ de este Rolls Royce Amethyst Droptail la tenemos en el centro del salpicadero. Nada menos que un reloj de la prestigiosa firma Vacheron Constantin preside el interior. Con un precio no indicado, pero que seguro que supera los varios cientos de miles de euros.
El reloj Les Cabinotiers Armillary Tourbillon ha sido realizado a mano por la relojera suiza. Rolls Royce y Vacheron Constantin han trabajado de forma conjunta para desarrollar este reloj, el cual tiene un diseño y una elección de colores a juego con el vehículo. Incluso se puede retirar del salpicadero y guardarlo por separado.
Sobre el precio, no ha trascendido la cifra, aunque diferentes medios de lujo sostienen que rondará los 30 millones de dólares, convirtiéndose muy probablemente en el Rolls Royce más caro de la historia… o al menos hasta que llegue el tercer Droptail.
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