Todos los datos técnicos y las fotografías del modelo permanecerán en secreto hasta el 1 de marzo, ya que hasta el momento la marca británica se ha limitado a expresarnos sus intenciones y a mostrarnos los primeros teasers. Aunque todavía queda mucho para que veamos un Rolls de producción moviéndose sin ruido y sin emisiones, al menos ésta es toda una declaración de intenciones. Según el consejero delegado de la marca, Torsten Muller-Otvos, «hemos construido el primer coche de batería eléctrica para el segmento de ultra-lujo. Con este vehículo, empezamos una exploración de sistemas de propulsión alternativos, buscando claridad sobre qué tecnologías alternativas son las adecuadas para el funcionamiento futuro de los vehículos de motor de Rolls Royce».
De momento no estamos más que ante un coche-laboratorio, con el que la marca británica demostrará sus avances en tecnologías limpias, pero las informaciones no van más allá. Esto no descarta su uso en un coche de calle, pero de llegar no será algo inmediato. Esperemos que el 1 de marzo Rolls-Royce ofrezca un poco más de luz al respecto.
