Nadie puede ocultar que el final de temporada de Aston Martin F1, equipo de Fernando Alonso, está siendo decepcionante, habiendo pasado de ser el segundo equipo más potente a principio de temporada a verse superado por Ferrari, Mercedes, McLaren… y espérate que no venga alguno más.
La debacle vino en el pasado GP de México, donde los dos Aston Martin pelearon al final de la parrilla, una imagen que hace seis meses no nos creeríamos cuando la escudería verde comenzó la temporada con un monoplaza sensacional.
A partir de ahí, varios rumores sobre Fernando Alonso están propagándose por el paddock. Alguno que no querríamos oír (retirada) y otro que haría al aficionado español soñar por enésima vez: a Red Bull Racing.
A ver, la operación es compleja, pero no inviable. El caso es que Lawrence Stroll, propietario de la escudería y padre de Lance Stroll, compañero de Fernando Alonso, está pensándose venderla, ya veríamos si parcialmente o en su totalidad. La saudí Aramco y Honda, que será suministrador de motores del equipo a partir de 2026, parece que podrían estar interesados.
Por otra parte, Liberty Media, propietaria de la Fórmula 1, sería la primera interesada en sugerir a Red Bull Racing en que fichara a Fernando Alonso para que Max Verstappen tuviese rival y que así las carreras ganaran en interés.
El actual compañero del neerlandés, Sergio Pérez, es muy bueno, pero quizá no una superestrella como Fernando Alonso. Para la audiencia mundial, y por tanto para Liberty Media, esto sería una gran noticia que evitaría a la compañía buscar otras vías, seguramente perjudiciales para la dominadora Red Bull Racing, de igualar un poco las carreras.
¿Qué escollos puede a ver? Muchísimos. Para empezar, tanto Fernando como Checo tienen contrato con sus actuales escuderías, ambos hasta 2024. Pero quizá ese sea el menor de los problemas dado que lo que se podría plantear es un cambio de cromos: Sergio a Aston Martin. Además, juntar a Max Verstappen y a Fernando Alonso en un mismo equipo puede ser épico, pero también puede estallar si no se gestiona bien.
Fernando tendría que asumir que, por primera vez, no sería el indiscutible líder de su equipo, mientras que Max tendría que aceptar que su compañero, esta vez, sí podría disputarle las victorias. Y quitárselas.
Pero seamos honestos: al menos de momento, esto es sólo humo. Hemos creído conveniente contártelo porque sería tan brutal que no podíamos dejarlo pasar. Sin embargo, hoy por hoy es sólo una hipótesis. O un sueño, no sé muy bien.
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