Viajar por Tierra de Campos es viajar por la Castilla profunda, aquella donde el pan es pan y el vino es vino. Y qué vino, ¡por Dios!… de los mejores del mundo. Además de tradiciones, cultura, historia, patrimonio… hay paisaje y naturaleza por doquier. En esta ruta, visitamos una de las cunas del vino de la Ribera del Duero y hacemos un viaje a uno de los focos más destacados del Císter en España, en el Monasterio de Santa María de Moreruela, y después nos dejamos llevar guiados por el horizonte hasta el complejo salinar de las Lagunas de Villafáfila, uno de los humerales más importantes de todo el norte peninsular; un viaje lleno de atractivos gastronómicos, etnológicos, patrimoniales e históricos por multitud de razones… Por lo que atesora Toro en su casco monumental, por el espectáculo arquitectónico del cenobio de Santa María de Moreruela y por las 380 hectáreas que suman la Laguna Grande, la Laguna de Barillos y la Laguna de las Salinas, también conocidas en Villafáfila como Las Salinas.
Para hacer esta ruta, hay que organizarse un poco. En nuestro caso, tomamos como emplazamiento base la ciudad de Toro, a la que podemos llegar al terminar la tarde y esperar al día siguiente para disfrutarla o bien llegar a primera hora y esperar al horario de apertura de monumentos para dejarnos seducir por su encanto y su historia. Son muchos los puntos de interés que tiene Toro.
Lo primero que debemos hacer es ir a la Oficina de Turismo, situada en la plaza principal al pie del Consistorio, y comprar un bono para visitar todos los monumentos por el módico precio de cuatro euros. Si andamos bien de tiempo, es una buena idea dejarnos aconsejar sobre el recorrido principal. En realidad, no hay que ir muy lejos, pues la propia oficina está situada en un bajo entre la Iglesia del Santo Sepulcro (Monumento Histórico) y el Museo del Vino, así que, a pie de puerta, ya tenemos dos lugares de interés.
CIUDAD DE TORO
Hablar de Toro es hablar de historia, patrimonio y tradiciones. El rosario de puntos de interés es muy amplio y bien podemos echar el día completo para conocerlos y disfrutarlos con tranquilidad mientras damos un paseo por el Espolón o contemplamos las vistas sobre el Duero. El Alcázar nos habla de la importancia estratégica militar de la ciudad en la época, y otros lugares destacados son la Colegiata de Santa María la Mayor y su impresionante capilla del Pórtico de la Majestad, así como la Iglesia de San Salvador de los Caballeros y actual Museo de Escultura Medieval. El toro de piedra o verraco celtibérico que le da nombre situado a la entrada de la ciudad, el Palacio de los Condes de Requena y actualmente sede de la Denominación de Origen del Vino de Toro también son dignos de disfrute. Sin duda, conviene dedicar a esta ciudad gran parte de nuestro tiempo para conocerla, disfrutarla y aprender el origen de un buen número de costumbres, sin olvidar que la municipalidad celebra con periodicidad diferentes eventos y encuentros para motivar más aún al curioso y al viajero. La página web del ayuntamiento de Toro nos tendrá al tanto de lo pendiente: |
Además, la propia plaza merece nuestra atención. Destaca por sus laterales porticados típicamente castellanos que daban cobijo a los comerciantes para exponer sus productos y en la que los compradores quedaban protegidos de la climatología de agua o del Sol de Castilla.
La ciudad de Toro puede sorprender al viajero no solo por sus monumentos o por el aún reconocible perímetro fortificado, sino porque a lo largo del año uno puede encontrar ferias de cualquier tipo, como la del Puchero, que tiene lugar antes de primavera y que nos hace el paseo más entretenido y gratificante.
Si seguimos el trazado lineal desde la Puerta del Reloj y seguimos toda la calle Mayor, terminaremos en la joya de la ciudad: la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro, un impresionante edificio del siglo XII considerado como el monumento capital del románico en transición al gótico.
Hablamos del año 1117, y en su interior encontraremos el Pórtico de la Majestad, de origen románico pero concluido en estilo gótico.
Este elemento nos retendrá un buen número de minutos, pues el vídeo explicativo a pie de pórtico sobre la temática escultórica y cromática de esta portada capturará seguramente nuestro interés, ya que reconoce la gran importancia de esta obra, así como la de otros pórticos también emblemáticos.
Aconsejamos que lleves unos pequeños prismáticos para que observes la riqueza escultórica y cromática que por suerte se conserva originaria mientras escuchas la descripción de su compleja iconografía.
La romería de monumentos y calles continúa y nos echamos a la calle. Tras la colegiata, contemplaremos una de las panorámicas más bellas de la ciudad de Toro: desde un mirador único sobre el Duero, se contempla el puente original romano, lugar desde el que las crónicas cuentan que se pudo observar la famosa Batalla de Toro, del año 1476. Las fuerzas de Doña Isabel, futura Isabel La Católica, se enfrentaron al ejército de Doña Juana La Beltraneja y, gracias al triunfo de la primera, se pudo unificar la Corona de Castilla y dar paso a su matrimonio con Fernando de Aragón, lo que daría origen con posterioridad a la creación de la monarquía hispánica.
Son muchos más los puntos de interés que podremos encontrar en el periplo por el casco de Toro y bien podemos echar el día para apreciarlos y disfrutarlos en el silencio de su historia. Pero el camino nos reclama y nos echamos a los ríos de asfalto para que la corriente nos lleve a un nuevo enclave interesante: el Monasterio Cisterciense de Santa María de Moreruela. El trayecto es cómodo y sin pérdida, pues está bien indicado en nuestro rutómetro, por lo que en pocos minutos llegamos hasta el Centro de Interpretación del Císter, en la población de Granja de Moreruela. Te recomendamos consultar los días de apertura, pues en nuestro caso, al haber acudido el primer domingo de mes, lo encontramos cerrado.
De aquí a pocos kilómetros y a través de un camino asfaltado, llegamos al monasterio. La primera sensación que nos invadió fue que el tiempo decidió detenerse aquí sobre el siglo IX y que este debió de ser uno de los primeros más destacados cenobios de la poderosa orden del Císter en España, dada la gran cantidad de arquitectura conservada en el lugar. En la actualidad, el monasterio gallego de Sobrado ostenta el honor de ser el cenobio primigenio de esta orden.
Los aficionados a la arquitectura encontrarán en este lugar un pequeño tesoro, y los devotos de la fotografía un lugar para perderse en rincones, pasillos, celdas o columnas. Retamos al viajero a encontrar la marca que un cantero dejó tallada en una de sus piedras en forma de serpiente.
Pero aunque el tiempo se haya detenido en Santa María de Moreruela, en nuestro reloj no, y nuestra ruta sigue aún un poco más lejos. A pesar de que parezca imposible mejorar el espectáculo de lo ya visto, en el siguiente hito lo vamos hacer.
Así, dejamos en nuestro espejo retrovisor el cenobio para echarnos a los caminos. Los campos de cereal con un horizonte infinito serán nuestro rumbo. La ruta, muy cómoda, no pone en aprietos a nuestro Suzuki SX4 S-Cross, salvo por algún pequeño vadeo, en el que la tracción 4×4 permanente no tiene demasiado trabajo, pero sí nuestro navegante; si no vamos atentos a los rumbos o las casillas del rutómetro, no encontraremos el complejo salinar de las lagunas de Villafáfila.
Durante nuestro recorrido, bordeamos la Laguna Salina Grande, deteniéndonos en los observatorios en forma de palomar a lo largo de su perímetro. Y desde aquí, también por caminos, daremos el salto hasta el Centro de Interpretación de la Naturaleza, en las afueras de Villafáfila, donde echamos pie a tierra para pasar el resto del día en la observación de las aves que esta cuenca semiendorreica ofrece. En el centro podemos sacar una entrada para visitarlo y recorrer sus cómodos caminos, donde los refugios de observación con forma del típico palomar zamorano permitirán que la naturaleza se acerque a nosotros. Según la época del año en la que nos acerquemos, nos encontraremos con una suerte diversa de aves que, sin duda, nos sorprenderán con su belleza, como la avutarda.
Dada la cultura cerealista de los campos que rodean esta zona, anida una de las mayores poblaciones del mundo de esta especie, con 2.668 individuos censados en 2005. Además, la naturaleza salobre de las aguas hace que el 50 % de todas las aves censadas en Castilla y León se concentre aquí. Esto ayuda a que la garantía de éxito sea muy alta casi en cualquier época del año. El centro también ofrece zonas de ocio que podremos emplear para disfrutar de un pícnic privilegiado e inmejorable como final de ruta si conservamos la debida compostura. Así que, prismáticos en ristre, nos acomodamos y recuperamos el placer de esperar en ascético silencio como antaño hicieran los monjes cistercienses.
Datos útiles
DISTANCIA DIFICULTAD DURACIÓN FECHA CLIMATOLOGÍA CARTOGRAFÍA NOTA |
SUZUKI S-CROSS 1.6 DDIS 4X4 |
|
MOTOR |
|
Tipo |
Otto, 4 cilindros en línea |
Distrib./cilindrada |
16 válvulas / 1.598 cm3 |
Alimentación |
Inyección indirecta |
Potencia máxima |
120 CV a 3.750 r.p.m. |
Par máximo |
320 Nm a 1.750 r.p.m. |
TRANSMISIÓN |
|
Tracción |
Delantera permanente, acoplamiento trasero progresivo |
SUSPENSIÓN |
|
Delantera |
Independiente |
Trasera |
Independiente |
DIRECCIÓN |
|
Tipo |
Cremallera, servoasistida |
FRENOS |
|
Delante/detrás |
Discos vent./discos |
Neumáticos |
205/50-17 |
CARROCERÍA |
|
Largo/ancho/alto |
4.300/1.765/1.575 mm |
Batalla y vías |
2.600/1.535 (d)/1.505 (t) |
Peso |
1.380 kg |
PRESTACIONES |
|
Velocid. máx./aceler. |
175 km/h / 13,0 seg. |
Consumo medio |
4,6 l/100 km |
NUEVO SUZUKI S-CROSS
Suzuki ofrece en España el SX4 S-Cross con dos motores de idéntica potencia, uno diésel y otro gasolina, con una cilindrada común de 1,6 litros y 120 CV. En nuestro caso, hemos disfrutado de la versión diésel y cambio de seis velocidades, lo que nos ofreció una economía de consumo y un acusado confort de marcha. Además, esta versión contaba con el sistema automático de parada y arranque en las detenciones, lo que, junto al bajo nivel sonoro de la mecánica, ayudó mucho a la hora de acercarnos a los lugares de observación de las aves. En cuanto al sistema de tracción total permanente, denominado Allgrip 4WD, nos permitió afrontar con éxito algunas zonas de vadeo y barro superficial que otro tipo de vehículo convencional 4×2 no hubiera podido superar.
El funcionamiento de este en sus modos Auto, Sport y Snow y Lock, seleccionables mediante un mando giratorio, permite que el S-Cross cambie su dinámica de comportamiento para adaptarse a las diferentes circunstancias del camino de la forma más específica posible. Este Suzuki también destaca por la capacidad de adaptación a las necesidades de transporte de pasajeros o material de ocio, no solo por los puntos de anclaje de carga repartidos por el maletero, sino por la flexibilidad de las plazas traseras de partición asimétrica, lo que ayuda a la carga de volúmenes y longitudes extras.
Consejos TT
Para la RutaLa ruta no plantea dificultades especiales para que sea exclusiva de vehículos con reductora. Prácticamente cualquier todocamino puede realizar el tránsito por el itinerario descrito. Solo el paso por algunos vadeos puede plantear dificultad en días de lluvia, pero si vemos que la situación se complica, habrá que observar el cartográfico para comprobar qué alternativas tenemos para estos pasos. Por lo demás, no existe dificultad alguna para cualquier tracción total. |
Para el ruteroEl frío en Castilla en esta época está aún presente en las primeras y últimas horas del día. Si a esto le añadimos que vamos a visitar humedales, habrá que ir bien pertrechados de ropa, aunque luego el azote del Sol del mediodía nos pida sombra y sosiego. También es importante llevar algo de comida o barritas energéticas si pretendemos hacer esperas de observación de fauna y, claro está: los prismáticos o visores terrestres son absolutamente imprescindibles. |