100 años de Parques Nacionales

Jose Ramon
Jose Ramon
La protección de la naturaleza no está reñida con su disfrute. Así lo entendió la Ley de Parques Nacionales a la que, hace ya un siglo, se acogieron los primeros enclaves. Autofácil ha querido celebrarlo a bordo de los modelos de una marca española, como SEAT, recorriendo, explorando y descubriendo cada uno de estos singulares espacios. ¿Nos acompañas?


Nuestro país lleva ya dos años celebrando los 100 transcurridos desde la declaración, en 1916, de la primera Ley de Parques Nacionales, pionera, en su género, en el mundo. Pero este año la celebración es doble, pues el Parque Nacional de los Picos de Europa y el de Ordesa y Monte Perdido alcanzan esta noble y redonda cifra llenos de salud, siempre fascinantes gracias a la cambiante y estacional belleza de los paisajes que encierran y custodian.

Sorprende, a quien se asoma a los matices de aquella primera Ley, la lectura de su artículo segundo. Quien pudiera pensar que solo trataba de conservar y restringir la actividad humana en esas zonas con objeto de preservar la vida vegetal y animal y mantener intactos los paisajes de su interior, comprobará que la ley tiene miras más amplias. En su espíritu está unir conservación con desarrollo social y disfrute pues, si bien la oportunidad de crear los Parques Nacionales debe ir necesariamente asociada a la preservación de su esencia, debe hacerlo también favoreciendo el acceso por vías de comunicación adecuadas, atrayendo a un visitante que respete y haga respetar, como reza su texto original, «la belleza natural, de sus paisajes, la riqueza de su fauna y de su flora y las particularidades geológicas e hidrológicas que encierran».

Alfonso XIII planta arbol en COvadonga

Con vistas al futuro

El origen de esta ley tan particular y avanzada se debe a un movimiento conservacionista que nace a mediados del siglo XIX con vocación de preservar las zonas naturales y forestales de nuestro país. Y es el germen inspirador de todo lo que acontecerá después, a principios de siglo XX, de la mano de Don Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa. Es este personaje claro protagonista e impulsor de la creación en España de nuestros Parques Nacionales y un declarado entusiasta de esta propuesta de conservación que intenta compatibilizar el desarrollo con el cuidado de nuestros tesoros naturales para preservar y mantener una de las biodiversidades más importantes de Europa.

Conoce tus Parques Nacionales

Encontrarse con los paisajes y singularidades de los Parques Nacionales, con su naturaleza y sus gentes, es quizá la mejor forma de apostar por su futuro y conservación. Si, hace un siglo, los caminos y carreteras se abrían para evitar el aislamiento de poblaciones y permitir un desarrollo social mínimo, los vehículos a motor también hicieron su aportación, permitiendo un acercamiento a esa realidad. Y también hoy el automóvil es un medio imprescindible multiplicar el alcance de nuestras exploraciones, dándonos posteriormente la opción de movernos a pie o en transportes alternativos para aproximarnos a los frágiles tesoros del interior de estos espacios.

Parque nacional Ordesa y Monte Perdido

Esa es la intención de la serie de rutas por los Parques Nacionales que iniciamos aquí con el más joven de ellos –la Sierra de Guadarrama– en un artículo que sin duda despertará nuestra curiosidad y ansias de saber más, de conocer en primera persona los recorridos y lugares que sugiere. En meses sucesivos irán desfilando por nuestra web cada uno de los quince Parques Nacionales, con rutas inspiradoras a bordo de automóviles de la gama SEAT, recorriendo zonas imprescindibles, de visita obligada, pero acercándonos también a los lugares menos conocidos, con propuestas de recorrido absolutamente libres, alternativas sorprendentes y sugerencias de actividades que contribuirán a enriquecer la experiencia.

Para acercarnos a cada una de las diferentes realidades no vamos a elegir el orden de la antigüedad de cada uno de ellos, sino la mejor época y ocasión para conocer diferentes realidades y aspectos de cada uno de ellos. Aunque quizá merece la pena dar unas pequeñas pinceladas para empezar a desvelar lo que queremos ayudaros a descubrir en cada propuesta.

Los primeros Parques Nacionales

Entre Asturias, León y Cantabría, ocupando parte de los tres macizos de los Picos de Europa, el parque originariamente denominado «Montañas de Covadonga», encierra una riqueza biológica que nos traslada en su recorrido por esos paisajes del norte, siempre verdes y con la presencia de agua a nuestro alrededor que supone una sorpresa de vida en cada rincón.

Lagos de Covadonga

Los lagos, ríos y arroyos que atraviesan y perforan hasta las raíces este macizo, permiten que disfrutemos de caminos como la ruta del Cares, de la vista de los Lagos Enol y Ercina en nuestra subida tras pasar el Santuario de la Virgen de Covadonga o de la imponente presencia del Naranjo de Bulnes, ascendido por primera vez por Pedro Pidal y el Cainejo hace ya mucho en un hito de nuestro alpinismo.

El bellísimo y cambiante Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido nos desplaza del intenso frío a los contrastes térmicos del verano en cada uno de los tres valles que, bajo los imponentes 3.348 metros del Monte Perdido, han horadado su imponentes rocas calizas generando profundos cañones. Desde la efímera flor Edelweis hasta los rebecos y los quebrantahuesos, la vida en el parque tiene algo de magia y de sorpresa continua.

Muchas otras sorpresas

Mostrando la profundidad de los contrastes en el propio Pirineo, Lleida contiene una de las mejores y más bellas representaciones en Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, un macizo granítico lleno de agua, lagos y zonas encharcadas, de impresionantes paisajes montañosos, tapizados con bosques de abetos y pino negro.

Llegar a las Islas Atlánticas de Galicia –Cíes, Ons, Sávora– no solo precisa de vehículo terrestre, hace falta también aprovechar la tradición marinera gallega para experimentar la magia de encontrarse con el océano Atlántico y un conjunto de islas que nos hablan no solo de naturaleza sino también de cultura, usos tradicionales e historia de supervivencia en uno de los rincones más fascinantes de nuestra geografía, llenos de tesoros culturales, naturales, históricos, e incluso gastronómicos.

Doñana, en la desembocadura del Guadalquivir nos guarda la sorpresa de encontrarnos con una de las playas salvajes más bonitas y extensas de Europa, con su tren de dunas móviles llenos de vida y de contraste y con la marisma y los lucios, grandes extensiones de zonas encharcadas con láminas de agua que arropan la vida de miles y miles de aves que aprovechan la situación estratégica de este enclave, a caballo entre el continente europeo y el africano.

Parque nacional del Teide

El Teide, nuestro techo nacional, con sus 3.718 metros de altitud, es un volcán que oculta bajo el océano cuatro mil metros más de poderoso edificio. En el medio de la isla de Tenerife, de fácil acceso en automóvil, este imponente parque nos traslada a un mundo diferente, donde las rocas volcánicas y las llamativas aportaciones de polvo y tierra que llegan con el viento del continente africano, dan cobijo a un tesoro de plantas únicas, endemismos que le han dado la categoría y singularidad para ser uno de nuestros parques nacionales más visitados.

La Sierra de Guadarrama, mal llamada Sierra de Madrid, pues su amplitud y presencia lleva de Soria hasta Portugal y en la zona del Parque Nacional permite disfrutar de dos vertientes, la segoviana y la madrileña, es la auténtica columna vertebral que separa las mesetas castellanas, un macizo montañoso que ha ido destapando a lo largo de millones de años la estructura granítica que en su origen era la raíz de una imponente cordillera.

Pero estos son sólo unos breves ejemplos de los tesoros que encierra la Red de Parques Nacionales. De tus Parques. No te los pierdas.

mapa de los parques nacionales de España

Parque NacionalUbicaciónAñoPrincipal ecosistema
Picos de EuropaAsturias, León, Cantabria1918Alta montaña atlántica
Ordesa y Monte PerdidoHuesca1918Alta montaña
TeideTenerife1954Volcánico-macaronésica
Caldera de TaburienteLa Palma1954Volcánico-macaronésica
Aigüestortes y Estany de S. MauriciLérida1955Alta montaña atlántica
DoñanaHuelva, Sevilla, Cádiz1969Humedal costero
Tablas de DaimielCiudad Real1973Humedal interior
TimanfayaLanzarote1974Volcánico-macaronésica
GarajonayLa Gomera1981Volcánico-macaronésica
Archipiélago de CabreraIslas Baleares1991Marítimo-terrestre
CabañerosCiudad Real, Toledo1995Media-alta montaña mediterránea
Sierra NevadaGranada, Almería1999Media-alta montaña mediterránea
Islas Atlánticas de GaliciaPontevedra, La Coruña2002Marítimo-terrestre
MonfragüeCáceres2007Media-alta montaña mediterránea
Sierra de GuadarramaMadrid, Segovia2013Alta montaña mediterránea