Con sabor se vive mejor.

Skoda Kamiq, los caminos de los 1000 sabores en Madrid

Pedro Madera
Pedro Madera

Hablar de agricultura y Madrid es algo muy fácil. Detrás de ese laberinto de calles y barrios hay un entramado de pueblos con tradición agrícola que modelan el paisaje y la economía cotidiana.

El este de la comunidad es un territorio para entender esa tradición y ese modo de producir. Pueblos como Campo Real, Nuevo Baztan, Pozuelo del Rey, Orusco y Carabaña configuran la ruta de la Alcarria de Alcalá. Un área que engloba los ríos Tajuña, Jarama y Henares en la Comarca de Las Vegas y nos ofrece un Madrid diferente a la jungla de asfalto que todos conocemos, y a la particular orografía montañosa de la sierra que sus habitantes aman.

00 Skoda Kamiq 09 Nuevo Baztan

Por eso también puede ser un momento perfecto para recorrer estas carreteras con nuestro Skoda Kamiq. Esa mezcla de lo urbano y lo rural, se refleja también en las prestaciones de este vehículo polivalente y divertido que nos permite pasar de la calle al camino y del asfalto a la tierra con la misma ropa. Por eso es una compra tan razonable.

Recorrer sus pueblos supone imbuirnos de la tranquilidad y la atmósfera tranquila y rural de fuera de la ciudad, pero con la seguridad de habernos alejado muy poco de casa. Y, además de oferta de rutas de BTT y senderismo, también hay buena mesa.

00 Skoda Kamiq 03 Pozuelo Rey Ermita Virgen Cabeza

Un buen ejemplo lo tenemos en Campo Real, un municipio madrileño lleno de interés. Su pasado religioso se manifiesta en la profusión de iglesias y su valor como referencia dentro de la denominada ruta de los templarios. Su iglesia de Santa María del Castillo es un Monumento Histórico Artístico de la provincia en el que abundan restos medievales y otros fragmentos posteriores, del Renacimiento.

01 Campo Real combo

Estamos en un pueblo de iglesias y ermitas, pero también de otras tradiciones como la alfarería, que se refleja en un excelente museo, y desde luego sus aceitunas aromatizadas y con sello de Denominación de Calidad propio, en torno a las cuales orbita la economía y el trabajo de la localidad. Algo que complementan su excelente gastronomía de quesos y vinos (y, por extensión, el cultivo de la uva). El Asador Casa Andrés y el Restaurante El Descanso no nos decepcionarán.

A apenas 15 kilómetros por la M-219 nos encontramos con Nuevo Baztán, un pequeño pueblo típico madrileño que, en su origen, fue pensado como hogar de grandes fábricas e industria española. La idea inicial del visionario Juan de Goyeneche cuajó en multitud de empresas de vidrio, bebidas, sombreros… una industria alrededor de la cual se creó una ciudad que refleja su origen barroco repleto de esquinas interesantes y acogedoras.

Pasear por sus calles es entender mucho de este ejercicio de urbanismo. En Nuevo Baztán merece la pena visitar la iglesia de San Francisco Javier pero, por supuesto, también el Palacio de Goyeneche, un edificio típicamente barroco levantado en honor al fundador de la localidad y en cuya fachada destaca un espectacular león que protagoniza el escudo de Nuevo Baztán. En torno a su plaza central se centralizan gran parte de sus restaurantes. Ninguno de ellos nos decepcionará, con profusión de caza, cordero y cocido madrileño.

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Por la tarde, siempre podemos circular por la misma M-219 nos deja en unos minutos en Pozuelo del Rey, un tranquilísimo pueblo de origen musulmán muy cerca del mundanal ruido madrileño, pero a la vez poseedor de todo el atractivo de un lugar rural que sabe dar la espalda al estrés urbanista. Su iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos y la ermita de la Virgen de la Cabeza rigen la vida de esta localidad en la cuenca del Tajuña en la que la reconquista cristiana dejó su marca. La plaza mayor, premiada con el premio Churriguera al mejor diseño, nos ofrece un lugar ideal para cerrar los ojos y simplemente descansar.

La opción del Skoda Kamiq para esas compras inesperadas de cada excursión también es acertada. El pueblo sabe mucho de viñedos: pertenece a la subzona de Vinos de Arganda, Denominación de Origen Vinos de Madrid. Las judías con perdiz y el rabo de toro, junto al inevitable cordero asado, acabarán de rematar la visita. El Asador La Ochava, inaugurado en 1969, sabe muy bien lo que se hace y en él comeremos en un ambiente taurino.

La particular orografía y atmósfera rural de la comarca de Alcalá se repite en Orusco de Tajuña, donde llegaremos en apenas un cuarto de hora por la M-224, M-221 y la sobradamente conocida M-229. Todo parece a mano desde el mirador de las Pilas, con vistas a la Vega del Tajuña y el Barranco del Peón. En el pueblo de pasado romano destacan, no podría ser de otra manera, la iglesia barroca de San Juan Evangelista y la ermita de la Virgen de Villaescusa.

En Orusco aprecian mucho el antiguo Pozo de Nieve, que en invierno se llenaba de la susodicha para mantener bien fríos sus productos perecederos. Debemos recordar que la Alcarria Alcalaína sabe muy bien cómo elaborar panes artesanales, aceites y quesos de oveja disponibles a lo largo y ancho de todas sus localidades. Tierra de mesones, el denominado La Rivera y el Castilla no nos van a decepcionar.

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La M-204 nos lleva en pocos minutos hacia la estación final, Carabaña, otro pueblo de la Comarca de las Vegas con pasado romano (también visigodo), como lo demuestra la calzada que unía Mérida con Tarragona y que pasaba por aquí. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción invita al recogimiento, pero un rápido paseo por sus calles, donde nos espera la fuente de Carlos III, nos servirá para hacer hambre. Las carnes del mesón La Tropicana seguro que nos ayudarán a paliarla.

A pocos kilómetros está el manantial que nutre las botellas de agua medicinal de La Favorita, una marca de prestigio internacional junto a sus jabones y sales de baño. No podemos dejar de ver el Cerro de Cabeza Gorda, con unos manantiales curativos que podrían solucionar parte de nuestros problemas. Por si acaso la idea de reservar otro día para recuperar otros pueblos no hay que desecharla.