Todo iba bien hasta que en enero comencé a tener dificultades para arrancarlo -en frío-. Lo llevé al taller oficial, donde no detectaron anomalía alguna y me comentaron que podría deberse a un problema con la calidad del gasóil que repostaba. También me dijeron que el funcionamiento del motor mejoraría con un aditivo llamado Tunap Premium 183 y cambiando el filtro del gasóil. Accedí a la operación y me cobraron 55 euros. Días más tarde reapareció el problema; en el taller siguen diciendo lo mismo y yo no apuro nunca el depósito. ¿Qué hago?
El departamento de Prensa de Saab nos ha comunicado que todo se ha solucionado sin coste alguno para el cliente: se desplazó a un ingeniero del centro técnico de la marca, que examinó el 9-3 y le realizó una profunda limpieza de inyectores.