Sin embargo, las aguas vuelven a bajar turbias: pocos días después de aquel anuncio, Spyker ha comunicado que las negociaciones están completamente rotas ante la dificultad de Hawtai de conseguir los permisos necesarios para cerrar el acuerdo. Esto no quiere decir que no pueda haber una nueva oportunidad para el entendimiento, ya que la propia Spyker asegura que permanecerán a la espera de que Hawtai pueda dar un paso definitivo para cerrar las negociaciones. Esto no impide que Saab haya vuelto a mover ficha para encontrar un inversor que solucione su raquítica situación económica. Si hace unos días parecía que el capital ruso podía ser la solución a los problemas de la firma de Tröllhattan, sobre todo por el interés de Vladimir Antonov, antiguo accionista de Spyker, ahora parece que esa vía está completamente cerrada, ya que por el momento sólo se está negociando con compañías chinas.
El Banco Europeo de Inversiones podría ser la solución más cercana a corto plazo, siempre y cuando llegue a un acuerdo con el gobierno sueco para realizar un préstamo de 30 millones de euros para saldar sus deudas con los proveedores. Sea como sea, el futuro de Saab sigue sin estar resuelto, aunque los concesionarios aseguran que tienen stock suficiente para garantizar su actividad durante los próximos meses.
