Según los cálculos del distribuidor Grupo Andrés, circular durante dos años con neumáticos de baja resistencia a la rodadura -con la correspondiente sustitución a los 45.000 km– sale por entre 200 y 300 euros en total, teniendo en cuenta el ahorro obtenido en combustible: entre 5 y 7 litros por cada 1.000 km, o lo que es lo mismo, 0,5 litros cada 100 km. La mayor vida útil de algunos modelos aumenta aún más el ahorro frente a unos neumáticos clásicos. Si además consideramos que el conductor español medio recorre 14.000 kilómetros anuales, con una vida útil para su coche de entre once y doce años, nos encontramos con que el dinero empleado en neumáticos se recupera por completo gracias al ahorro en carburante.
En cambio, si pensamos en un consumidor de las zapatillas deportivas de moda, comprarse un par nuevo cada dos años durante toda una década le puede llegar a suponer un desembolso de 450 euros.
El Grupo Andrés cifra en 900 euros el coste medio de usar neumáticos normales durante un total de 150.000 km. Realizar ese mismo recorrido con neumáticos de baja resistencia a la rodadura saldría un poco más caro –1.020 euros-, pero se compensaría ampliamente con una disminución del gasto en combustible de entre 575 y 900 euros.
