Nada es eterno y el mercado obliga a adaptarse. Esto es lo que ha ocurrido con el Salón de Detroit que, a partir del año 2020, cambiará su fecha habitual de celebración para abrir sus puertas en verano, concretamente en el mes de junio. Según la organización, este cambio de fecha tiene como objetivo elevar las cifras de visitantes y también el interés perdido por parte de algunas marcas, algo que también está ocurriendo con el Salón de París.
La idea de cambiar de fecha el Salón de Detroit no es nueva. Pese a que las cifras de 2018 no han sido del todo malas -se presentaron más de 60 primicias y acudieron un total de 5.000 periodistas y aproximadamente 800.000 visitantes-, las previsiones para 2019 no son nada halagüeñas. De hecho, varios fabricantes de calado han confirmado que no asistirán a la cita del próximo año, que se celebrará, como siempre hasta ahora, en el mes de enero. Esta sangría de marcas ausentes, junto a la cercanía del CES, que se celebra en Las Vegas y que cada año pone más sus ojos en la tecnología del automóvil, han acabado por decantar la balanza a favor del cambio para dar una mayor visibilidad al evento.
Los organizadores del Salón de Detroit han decidido, por tanto, que a partir del año 2020 este evento se celebrará en junio. Esta nueva fecha, más cercana al verano, dará una nueva dimensión a la feria del motor americana, ofreciendo todo tipo de actividades al aire libre para el público general, algo imposible con el frío del mes de enero. Como decíamos, el cambio de fecha de Salón de Detroit no será efectivo hasta el año 2020, por lo que la siguiente edición del evento está prevista para enero de 2019.
