El millonario suizo que quiso personalizarlo mediante oro responde al nombre de Ueli Anliker. Para hacer realidad el Anliker McLaren SLR 999, este empresario empleó a 35 personas durante 30.000 horas de trabajo -3.750 días-, gastando 4,1 millones de euros en un proyecto que requirió cinco kilos de oro puro solo para las 25 capas que revisten la carrocería. Y también son de oro los tiradores de las puertas, las llantas, los escapes, los radiadores… Como apunta el propio Anliker, ha cambiado todo lo que de serie venía en plástico negro.
Pero el coche no está hecho exclusivamente de oro… También tiene seiscientos diamantes de rubí incrustados en el interior, valorados en más de 300.000 libras. Anliker también ha sustituido el motor, cambiando el 5.4 de 650 CV que montaba el SLR por uno de 999 CV. Y para rematarlo, el prominente spoiler delantero y el difusor trasero que ha añadido al SLR contribuyen a aumentar la carga aerodinámica a altas velocidades.
En palabras de un portavoz del excéntrico millonario, -vender el vehículo nunca ha estado entre las motivaciones del señor Anliker, pero ahora estaría dispuesto a considerar una oferta razonable. Teniendo en cuenta que se han invertido más de 5 millones de francos suizos y 30.000 horas de trabajo, el automóvil está valorado en 10 millones de francos suizos, y ese es el precio mínimo de venta-. Los hay que no están tan convencidos: El programa «Top Gear» ha dicho del Anliker: «Podría abrirte un agujero en los ojos y colarse hasta tus pesadillas».
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