Cuando sólo había recorrido unos 13.000 km -no los puedo determinar con exactitud porque el cuenta kilómetros se estropeó a los 10.000 km- se encendió en la instrumentación el testigo de avería en el motor. Lo llevé al taller oficial, allí determinaron que se había quemado la culata y repararon la avería, pero a los 25.000 km se volvió a encender el testigo. En esta ocasión cambiaron el bloque motor entero, la caja de fusibles, el cuentakilómetros, el radiador… La garantía se hizo cargo del coste de las dos incidencias y en el taller se portaron muy bien conmigo ya que me prestaron un coche de cortesía. Con 28.000 km volvieron los problemas: el motor en frío funciona mal -como si se fuera a calar- y en marcha a veces se apaga y se enciende solo. Como no circulaba tranquilo decidí comprarme otro coche -un Seat León 2.0 TDI FR… repetí un Seat porque ya he tenido cuatro y hasta ahora no me habían dado problemas- y el Altea se lo quedó mi mujer, que lo usa muy poco. Pensé esperar a pasar la revisión de los 30.000 km para que los mecánicos me dijeran qué le pasaba al coche pero, el 6 de agosto, se incendió la parte trasera del vehículo; los bomberos me dijeron que podría deberse a un cortocircuito. Desde ese día estoy desesperado porque, según el servicio oficial, no me lo pueden reparar por falta de piezas. ¿Podéis ayudarme?
El departamento de comunicación de Seat nos ha informado que las incidencias mencionadas -motor, radiador…- se han reparado en garantía sin coste para el cliente y que, por fin, ya están disponibles las piezas que faltaban para arreglar los desperfectos del incendio, por lo que, en estos momentos, el vehículo está siendo reparado y se entregará en breve.