Aparte de los 211 CV que eroga su propulsor, la principal baza que juega el TSI es la incorporación del cambio DSG, una de las joyas tecnológicas de la corona del Grupo Volkswagen y que hasta que se ha montado en la gama del Altea Freetrack no estaba presente en ninguno de los 4×4 del consorcio alemán.
Aunque someramente podríamos definir la DSG como una caja automática, en realidad se trata de una doble caja de cambios con un embrague cada una. En una se encuadran las marchas pares y en la otra, las impares y la marcha atrás. El secreto del funcionamiento de estas cajas de cambio es que hay dos marchas engranadas al mismo tiempo.
Por ejemplo, al rodar en tercera, están engranadas la tercera y la cuarta; cuando subimos de revoluciones y queremos cambiar a la marcha superior, no hay que desengranar una velocidad y engranar la siguiente, sino que el embrague de la caja de las marchas impares se cierra y el de las pares se abre. Esta operación se realiza en centésimas de segundo; el salto de marcha es imperceptible, con lo que la conducción gana en suavidad de forma radical.
Esta caja se acompaña de levas en el volante y un modo de funcionamiento deportivo, lo cual permite extraer el máximo de la mecánica a los amantes de la conducción más dinámica, tanto sobre el asfalto como surcando pistas y caminos en buen estado, ya que otros hábitats están vedados para este todocamino con carrocería monovolumen.
Por dentro y por fuera

Interior idéntico. Tras su leve restyling, el interior de los Altea Freetrack ha incorporado una nueva pantalla TFT y un volante que ahora aglutina más mandos. También se ha renovado el botón que desconecta el ESP.Por fin con DSG. El Seat Altea Freetrack 4 2.0 TSI es el primer 4×4 del grupo VAG que incorpora un cambio DSG (en este caso de 6 marchas), mientras que las mecánicas de gasóleo siguen asociadas a la caja manual de seis relaciones.De emergencia. Bajo el piso del maletero están ubicadas tanto la rueda de recambio de emergencia como la herramienta necesaria para su montaje.cada 10.000 km el freetrack tdi ahorra 319 euros respecto a su homónimo de gasolina, pero sus revisiones son más caras

Espíritu de monovolumen. Los estrechos asientos delanteros han renovado sus tapicerías, al igual que la banqueta trasera, desplazable longitudinalmente. También se mantienen elementos de equipamiento como la pantalla retráctil del techo, un detalle muy de vehículo monovolumen para entretener a los niños.De emergencia. Bajo el piso del maletero están ubicadas tanto la rueda de recambio de emergencia como la herramienta necesaria para su montaje.Poco enfocado al campo. Los bajos del Freetrack denotan que se trata de la evolución de un turismo, ya que no se han previsto protecciones específicas para circular fuera del asfalto.Nuevas mecánicas. La incorporación del 2.0 TDI common rail y del 2.0 TSI ha supuesto la mayor renovación, dentro de la actualización general que ha recibido el todocamino de Seat.
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Cómo va
Y ahora, a echar números
Este estímulo de las sensaciones y la alegría que proporciona el TSI al pie derecho tiene una contraprestación mucho más prosaica: los consumos. Si tomamos un ciclo de 10.000 kilómetros anuales y teniendo en cuenta que el TSIhomologa 2,4 litros más de media cada 100 kilómetros que su hermano con motor diésel, el primero de ellos implica un gasto 319 euros mayor que el del segundo (con un precio de 1,08 euros para el litro de gasolina y de 0,98 para el gasóleo).
A esto habría que sumar los 490 euros de más que cuesta el TSI respecto al TDI de 170 CV.
Otro aspecto cuantificable como es el coste del seguro no aporta diferencias, ya que son prácticamente idénticos. Sin embargo, los costes de mantenimiento sí son distintos. Ambos modelos comparten calendario de revisiones, así que hemos tomado las dos primeras visitas recomendadas por el fabricante (a los 15.000 y a los 30.000 km), comprobando que para el TSI tienen un coste acumulado de 240 euros, mientras que para el diésel hay que desembolsar 320 euros.
Al final, cuestión de matices
Salvo en la mecánica, muy poco difieren estas dos versiones del Altea Freetrack entre sí. Exteriormente no hay ningún detalle que delate la identidad de cada cual y no hay elementos de equipamiento que sean privativos de alguna motorización; por tanto, este aspecto no decidirá la compra hacia uno u otro lado.
Salvo en el apartado de las prestaciones puras, dinámicamente tampoco encontramos grandes diferencias.
Así que al final la decisión se tendrá que tomar en función de algún detalle. A nosotros nos convence el de la autonomía, ya que el TDI permite realizar casi 300 kilómetros más con cada depósito y espaciar al máximo las tediosas visitas a las estaciones de servicio, que además psicológicamente pueden ser negativas.
La opinión TT La caja de cambios DSG contribuye a hacer de la conducción una tarea más agradable y el motor TSI aporta una buena dosis de potencia. Pero la mecánica TDI common rail hace valer su mayor equilibrio y que el fiel de la balanza se desplace hacia el interesante ahorro de combustible.
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Ficha Técnica
Fíjate en: El peso ligeramente mayor del TSI y, sobre todo, unas relaciones del cambio más cerradas en marchas largas, agrandan las diferencias de consumo que ya de por sí presentan las mecánicas de gasolina respecto a las diésel. Las prestaciones son mejores en la versión de gasolina, pero el dato de la autonomía es demoledor a favor del propulsor con common rail.
Al tratarse de mecánicas tan distintas y plasmar las curvas en gráficas con igual graduación, rápidamente salta a la vista la diferencia de rendimiento de ambos motores. El 2.0 TDi con common rail muestra sus mejores virtudes cerca de las 3.000 vueltas, mientras que el TSI encuentra su plenitud un poco por encima de las 5.000 y mantiene el tipo hasta cerca de las 7.000 revoluciones. Ambas mecánicas mejoran en el banco los rendimientos oficiales; son dignos de mención la ganancia de 20 CV observada en el TSI y los 40 Nm extra que arroja el TDI y que le permiten sentirse muy cómodo a regímenes moderados. Equipamiento, Seguridad y Funcional
Atento a: Los equipamientos son idénticos, salvo las levas en el volante del TSI. Ojo, las opciones en el TSI son un 4% más caras por la diferencia de tipo en el impuesto de matriculación, del 9,5 en el gasolina por un 4,5 del diésel. |
Los rivales

Opel Antara
Dispone de una mecánica de gasolina de similares rendimientos y una diésel inferior. En ambos casos, los consumos son mayores que los del Altea, además de su precio… en casi 10.000 E en la versión V6.

Skoda Octavia
Las tarifas del modelo checo prácticamente coinciden con las del Seat para sus versiones diésel y gasolina, pero los rendimientos mecánicos de éstas quedan lejos de los ofrecidos por el Altea Freetrack.

Volkswagen Tiguan
Su gama mecánica es casi igual a la del Seat, aunque con una lista de acabados más amplia y cuenta con mejores cualidades off road. Por contra, sus tarifas se sitúan, de media, 5.000 euros por encima de las del Altea Freetrack.
Por fuera
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