
La configuración interior es de 2+2, con asientos traseros totalmente independientes y que se esconden debajo del suelo para conseguir un espacio de carga completamente plano, algo que ya comercializa en este segmento el Honda Jazz.
100% eléctrico
Para la propulsión del prototipo, Seat ha optado por un sistema eléctrico con una potencia máxima de 75 kW, es decir, 102 CV, aunque este desarrollo sólo se consigue en momento puntuales -la potencia constante es de 68 CV y el par, de 200 Nm-. Aunque este coche no está hecho para batir récords de aceleración, sino para ahorrar en una conducción eminentemente urbana, es capaz de alcanzar los 50 km/h en 3,6 segundos, una buena cifra para moverse con agilidad por ciudad. Si subimos el tope máximo, acelera de 0 a 80 km/h en 6,6 segundos y de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos. La velocidad máxima está limitada a 160 km/h para evitar un consumo excesivo de la batería de íon-litio, con una capacidad de 18 kw/h y una autonomía de 130 kilómetros.
Tecnología de alto nivel
Al margen del diseño y el sistema de propulsión, Seat también quiere enseñarnos con este concept cómo evolucionará la tecnología de sus futuros modelos de producción. Así, nos encontramos con el dispositivo -Always Connected-, que es capaz de sincronizar el sistema de información y entretenimiento con el teléfono móvil para controlar al mismo tiempo todos los datos del ordenador, la conexión a Internet, los archivos de sonido, etc.
Aunque de momento no es más que un prototipo -el segundo-, el IBE Paris nos deja un buen sabor de boca por la apuesta que hace la marca española por sumarse al carro de la movilidad eléctrica. Quién sabe si dentro de poco tenemos que hablar del primer coche de cero emisiones salido de Martorell.