1. Cargar las baterías con el coche caliente. La autonomía eléctrica de un coche híbrido enchufable se puede ver afectada por las bajas temperaturas. Sin embargo, existen varias funciones y métodos que nos pueden ayudar a paliar al máximo este efecto. «Es recomendable cargar la batería en zonas interiores con temperaturas menos frías, poner el vehículo a cargar justo después de su conducción también es una buena práctica para que la temperatura de la batería se mantenga y, así, mejorar el rendimiento del proceso de carga», explica Francesc Sabaté, responsable de Desarrollo de Sistemas de Energía de Seat.
2. Preacondiciona la climatización. Los componentes eléctricos del coche rinden de manera más eficiente a 21,5º-22ºC, por lo que se considera una temperatura deseable. Para alcanzarla sin que repercuta en la autonomía de la batería «con el vehículo aún conectado al punto de carga, y unos minutos antes de su uso, es recomendable preacondicionarlo utilizando las funciones de calefacción a distancia o activando los asientos y volante calefactables«, recomienda Sabaté. Esto hará que no tengamos que utilizar la energía de la batería para calentar el habitáculo una vez iniciemos la marcha.
3. Arranca en modo combustión. En temporadas de frío extremo es recomendable dejar el coche enchufado al punto de carga, esto permitirá el uso de la función de preacondicionamiento, calentando la batería previo al inicio de la marcha. Sólo en este caso, «el vehículo arrancará el motor de combustión, de esta forma se alcanzará la temperatura correcta para el uso de la batería», aconseja el ingeniero.
4. Conduce suavemente. Practicar una conducción relajada siempre se traduce en una reducción en el consumo. En un coche híbrido enchufable, además, es realmente necesaria al arrancar en pleno invierno, puesto que el motor eléctrico entrega toda su potencia desde el inicio. Por otro lado, conducir de manera suave también ayuda a incrementar la energía obtenida por el freno regenerativo. Así, se puede aumentar la autonomía de la batería en el mismo trayecto.
Más allá de estas cuatro recomendaciones, también es aconsejable tener en cuenta algunas buenas prácticas propias del invierno como: revisar los neumáticos antes de arrancar y llevar cadenas en caso de nieve, llevar una rasqueta en el coche para quitar el hielo de los cristales ó comprobar el nivel de líquido anticongelante para asegurar una buena refrigeración.
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