SEAT es la marca que más apuesta por el gas natural -GNC- como combustible alternativo, con cuatro versiones TGI dentro de su gama.
Existen muchas marcas que cuentan con versiones de GLP -Gas Licuado de Petróleo- en su gama, una tecnología barata y sencilla pero mucho menos limpia y ahorradora que el GNC -Gas Natural Comprimido-. Sin embargo, son menos los fabricantes de coches interesados en el GNC, y dentro de ellos es SEAT quien apuesta más fuerte.
Los SEAT Mii, Ibiza, Arona y León cuentan con versiones de GNC -son las que comercialmente se denominan TGI- que aportan un gran ahorro por kilómetro pues, además de un bajo consumo, en la actualidad el kg de GNC se vende por una media de 0,92 euros.
La red de servicio de Gas Natural está en plena fase de desarrollo y la demanda de coches de GNC es cada vez mayor: en 2017 SEAT vendió 3.991 coches de GNC, y en 2018 se agotaron las existencias de versiones TGI a mediados de año, cuando se llevaban vendidas 11.599 unidades, debido a lo cual SEAT tuvo que interrumpir temporalmente la comercialización de variantes de GNC, la cual ahora ha retomado.
En el caso del León TGI, que se fabrica para todo el mundo en la planta de SEAT en Martorell -Barcelona-, el restyling que acaba de recibir incluye el reemplazo del antiguo motor 1.4 TGI de 110 CV por un nuevo 1.5 TGI de 130 CV, así como el aumento de la capacidad de almacenamiento de GNC, que pasa de 15 a 17,3 kg. Además, se ve complementada por un depósito de gasolina auxiliar capaz de albergar 9 litros.
¿Y en cuánto se cifra el ahorro? Es muy grande desde el primer momento. Como decíamos antes, en la actualidad el kg de GNC cuesta unos 0,92 euros y, teniendo en cuenta que el consumo oficial del León TGI oscila entre 3,6 y 3,7 kg/100 km según acabado, significa que puedes recorrer 100 km por aproximadamente 3,35 euros. Difícil de mejorar...
La única particularidad que puedes encontrar en el interior del León TGI respecto al resto de variantes de la gama está en el cuadro de mandos. Este cuenta con dos indicadores de carga de combustible, uno para el GNC y otro para la gasolina. Además, un testigo de color verde se ilumina cuando el coche funciona con gas natural.
Por lo demás, hay poco que reprochar al habitáculo, pues está construido con materiales de apariencia robusta y buena calidad, transmitiendo solidez y durabilidad. Además, resulta lo bastante amplio, todos los mandos se encuentran bien ubicados, y el sistema multimedia es intuitivo de manejar.
En lo que la conectividad respecta, el Seat León viene de serie con una pantalla táctil de 12,7 cm, pero este acabado FR incorpora una de 20,3 cm que cuenta con sistema de navegación y control por voz. También incluye Bluetooth, y en opción puedes añadir conectividad para CarPlay y Android Auto -170 e- y un sistema de carga inalámbrica para teléfonos -200 euros-.
En marcha, el León TGI se comporta igual de bien que el León 1.5 TSI, con una agradable y solvente respuesta. Por otro lado, el sistema de GNC incrementa el peso del vehículo en 62 kg, pero no perjudica el noble comportamiento y la notable estabilidad y agilidad en curva que caracteriza al León.
Donde sí se nota la diferencia es en el bolsillo. Llenar los tanques de GNC cuesta aproximadamente 16 euros, con los cuales se pueden recorrer hasta 500 km. La autonomía total ronda los 650 km si sumamos la aportada por el depósito de 9 litros de gasolina.
Este SEAT funciona siempre con GNC y sólo hay dos casos en los que funciona con gasolina, además de lógicamente cuando se agota el GNC: cuando el líquido refrigerante se encuentra a menos de -10ºC, y justo tras repostar gas, mientras la centralita adapta la cartografía del encendido a la calidad del gas introducido -cuestión de segundos-.
El coste de mantenimiento del León 1.5 TGI es prácticamente idéntico al del León 1.5 TSI, con la salvedad de que en su programa de mantenimiento existe un apartado específico para verificar el correcto funcionamiento del circuito y los depósitos de GNC. Eso sí, mientras que el León 1.5 TSI precisa de una revisión cada 30.000 km o dos años, los intervalos en el caso del León 1.5 TGI son más cortos: cada 15.000 km o un año.
El nuevo León 1.5 TGI tiene tres depósitos de GNC y uno de gasolina. Los dos que están bajo el piso del maletero son de un compuesto de fibra de carbono -en la imagen, los amarillos-, mientras que el que se sitúa bajo los asientos traseros es de acero -el azul-, y junto a él hay un depósito de gasolina de 9 litros -el gris-, más que suficiente para emergencias.
¿Y cómo se reposta? El proceso de repostaje es muy similar al que se lleva a cabo con gasolina o gasóleo, con la salvedad de que la manguera es diferente. Los SEAT de gas natural disponen de una toma de GNC ubicada justo al lado de la boca de llenado de gasolina. En la actualidad ya existen 65 estaciones de servicio de GNC repartidas por todo el territorio nacional, y hay otras 44 en fase de desarrollo, con lo cual en 2020 la cifra superará los 100 puntos de servicio. Puedes conocer su ubicación exacta en www.gasnam.es.
Motor | 4 cilindros en lína, 1.498 cc |
Potencia máx. | 130 CV de 5.000 a 6.000 rpm |
Par máximo | 200 Nm de 1.400 a 4.000 rpm |
Cambio | Manual de seis velocidades velocidades |
Tracción | Delantera |
Cambio | Manual de seis velocidades |
Frenos del./tras. | Discos vent./discos |
Neumáticos | 225/45 R17 |
Maletero | 275 litros |
Depósito de combustible | 17,3 + 9 L |
El pequeño Mii también tiene su versión de Gas Natural. Su motor es un 1.0 de 68 CV y dispone de dos tanques de GNC que suman 11 kg. Su consumo es de sólo 3,1 kg/100 km.
En el caso del Ibiza, la versión de Gas Natural dispone de un motor 1.0 TGI de 90 CV. Tiene tres depósitos de GNC que en conjunto albergan 13,8 kg y su consumo es de 3,3 kg/100 km.
El SUV urbano de Seat emplea la misma configuración que el Ibiza, es decir, un motor 1.0 TGI de 90 CV alimentado por tres tanques de GNC con 13,8 kg. Su consumo es de 3,5 kg/100 km.
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