Seguí considera que, aunque «hay un recorte en lo cuantitativo con respecto al presupuesto total», lo que hace falta es «reordenar la casa». Por eso reveló que algunos servicios que estaban subcontratados pasarán a ser realizados directamente por su departamento. En palabras de la directora, «los funcionarios que habían visto desvirtuadas sus competencias por estos procesos de externacionalización volverán a desempeñar funciones». También cree que, para que «lo que es obviamente un recorte» no tenga efectos, habrá que intentar que «los 15.000 profesionales de la DGT estén todos trabajando en plenas competencias y facultades».
María Seguí se reunió ayer en Toledo con el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, y la directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo, María Dolores Rubio -cargo que ocupaba la propia Seguí hasta que, en febrero, pasó a ocupar la dirección de la DGT-. La DGT, que se ha propuesto intensificar los controles antidroga, está estudiando que sea el Laboratorio de Salud Pública de Castilla-La Mancha el que se encargue de realizar las pruebas de contraste para los conductores que den positivo. La prueba de contraste la solicita el conductor en el momento en el que se le comunica el resultado del control. Seguí quiere que la Dirección General de Salud Pública de Castilla-la Mancha se convierta en centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud, en materia de lesiones en accidentes.
