La gente no lo suele pensarlo, por motivos obvios

Si vuelcas con el coche, qué hacer para evitar la lesión más típica

J. Couto:
J. Couto:
Los vuelcos son un tipo de accidente más habitual de lo que pensamos. Te decimos cómo actuar si sufres uno.

Sufrir un accidente nunca es una situación agradable ni tampoco habitual. Por eso, y por el propio hecho en sí, lo normal es que los ocupantes del coche se pongan nerviosos y hagan cosas por instinto, sin ponerse a pensar. Y, si vuelcas con el coche y te quedas boca abajo, más todavía.

Accidente

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Sin embargo, y una vez que ya se ha producido el accidente y el coche se ha parado, siempre debemos parar unos segundos antes de hacer nada para valorar la situación y tomar las mejores decisiones, dentro de la gravedad de la situación. Se da la circunstancia de que, en el caso de los accidentes por vuelco, hay una lesión muy típica que se produce una vez que ya todo el accidente ha sucedido: los daños en el cuello y en las cervicales.

Pongámonos en situación. Hemos sufrido un accidente con nuestro coche y hemos volcado. Una vez que el coche se ha detenido, nuestro coche está con el techo sobre el suelo y las ruedas hacia arriba. Tú y los ocupantes estáis colgados en el asiento, probablemente desorientados.

Lo normal en esta circunstancia es que los ocupantes hagan en primer lugar lo que nunca hay que hacer: soltarse el cinturón de seguridad. ¿Por qué no hay que hacerlo? Fácil. El cinturón se habrá sentado y estará sujetando nuestro cuerpo contra el asiento, y ya no se desbloqueará hasta que nosotros soltemos el cinturón. Así que, en el momento en el que lo hagamos, nuestro cuerpo caerá contra el techo como un saco de patatas, y todo nuestro peso recaerá sobre nuestro cuello de golpe, algo que suele provocar importantes lesiones en el cuello, como podrás comprender.

accidente trafico

¿Cómo evitar las lesiones? Es difícil, pues también es habitual que se hayan desplegado los airbags o que la carrocería se haya deformado y que no tengamos demasiado sitio para movernos. En cualquier caso, lo que nunca debemos hacer, es soltar el cinturón sin más. Primero, hay que valorar la situación, y comprobar que podemos movernos tanto por nuestro estado físico (podemos tener algo roto y no habernos dado cuenta por la tensión del momento) como por el espacio que haya. Si no hay sitio suficiente, soltarnos sólo puede empeorar la situación, así que es mejor esperar a que vengan a socorrernos.

Si, una vez que hayamos valorado la situación, consideramos que podemos salir, lo primero es apoyar una mano, o el antebrazo, sobre el techo, y estar preparados porque, cuando soltemos el cinturón, nuestro peso recaerá sobre ellos. De esta manera, evitaremos esos citados daños en el cuello y cervicales que son tan habituales en este tipo de siniestros, y que casi siempre se producen por querer salir cuanto antes del coche. Por otro lado, hay otro detalle que tampoco debemos olvidar.

En el caso del conductor, es importante que nos percatemos de que el motor no está en funcionamiento y quitemos el contacto. Si el motor está en marcha hay que pararlo cuanto antes y quitar el contacto para evitar en lo posible fugas de combustible o cosas así. En los coches modernos, lo normal es que los sistemas de seguridad ya se hayan encargado de detener el motor y cortar el suministro de encendido.