En este campo tiene un especial protagonismo la compañía FICOSA, una empresa barcelonesa fundada en 1949 como fabricante de recambios y que hoy es el líder español en investigación, desarrollo, producción y comercialización de sistemas y componentes para vehículos a nivel mundial -cuenta con un equipo de 7.000 personas y fábricas, centros tecnológicos y oficinas en 19 países-.
Dentro de su plan de expansión, la marca ha anunciado hoy la adquisición del fabricante de retrovisores americano Camryn -que trabaja con Chrysler y Toyota-, una operación que le permite incrementar un 20% las ventas en el mercado de Estados Unidos y México (Nafta) y diversificar su cartera de clientes, ampliando la cuota de fabricantes asiáticos, que pasa del 2% al 25%. Esta compra sigue a las de Delbar en 2008 e IMIC en 2010, por lo que en la actualidad posee una cuota del 28,7% en el mercado de retrovisores en esta región. Además de Norteamérica, la compañía española apunta ahora al mercado asiático, donde abrirá dos nuevos centros de embalaje.
Giro hacia la electrónica
Otro de los puntos clave de la estrategia de FICOSA pasa por desarrollar nuevos componentes electrónicos vinculados a la seguridad, las comunicaciones y la eficiencia energética, con especial atención a sistemas de baterías para coches eléctricos, sistemas de gestión inteligente de baterías y cargadores. También están trabajando en el desarrollo de dispositivos de comunicación entre vehículos, cámaras para prevenir la somnolencia, etc.
Por este motivo ha comprado la fábrica de Sony en Viladecavalls (Barcelona), donde creará uno de los centros tecnológicos internacionales de más alto nivel dedicados al automóvil, la electrónica, la energía y las comunicaciones en el que trabajarán cerca de 600 ingenieros. Las nuevas instalaciones también albergarán dos de los Centros de Excelencia de FICOSA en Electrónica y Tecnología, que se unirán a los de retrovisores (Soria) y energías renovables (Rubí, Barcelona).
