Uno de los problemas más graves y que más afectan a los usuarios en su vida diaria son los atascos. Cada año, el ranking TomTom desvela cuáles son las ciudades con más tráfico del mundo y aunque Europa no cuenta con apenas representación entre los primeros 10 puestos (tan solo Bucarest), lo cierto es que las ciudades europeas cuentan con un tráfico rodado muy intenso casi a diario con motivo de los desplazamientos para trabajar. Estas retenciones son un sumatorio muy importante para otros de los problemas contra los que actualmente más se lucha: la contaminación.
Para intentar ponerle una solución, la empresa Highways England, responsable de la mejora y el mantenimiento de las autopistas en Inglaterra, está poniendo en marcha un novedoso y exclusivo programa piloto con el que pretende acabar con el tráfico y los grandes atascos en el país. El proyecto, que ya se ha empezado a testar en algunas carreteras consiste en la instalación de semáforos en algunas autopistas y conlleva una importante inversión de cerca de ocho millones de euros.
Su puesta en marcha se desarrollará progresivamente y se dividirá en dos fases, que se llevarán a cabo entre diciembre y enero. El primer lugar en el que se implementará y comenzará a funcionar en fase de pruebas es en el cruce de gran tránsito entre la M6 y la M62 en Chesire.
Como decimos, el proyecto constará de dos fases. En primer lugar se instalarán los carteles luminosos que informarán sobre la congestión y mostrarán el límite de velocidad máximo permitido en cada momento. En la segunda etapa, se encenderán los semáforos en el cruce de la M6 y la M62 en dirección este a fin de regular mejor el flujo del tráfico. Además, para garantizar la seguridad, el tráfico estará supervisado por cámaras durante un año.
Finalmente, si el proyecto tiene éxito, los semáforos se implantarán en las carreteras de enlace con las autopistas de todo el país. El objetivo es agilizar la densa circulación que se produce en las carreteras inglesas, y que sigue creciendo.
