
Por ejemplo, el 61% de los encuestados no permitirían fumar en su coche porque «echaría a perder el ambientador», aunque de ellos, el 20% cambiaría de opinión si la persona que lo solicita -está de buen ver-. El 21% del total, sin embargo, permitiría fumar libremente a sus acompañantes.
Más difíciles de vender
El dato realmente interesante es que el 42% de los encuestados ha afirmado que nunca compraría el coche de un fumador debido al mal olor que desprende el interior. Otro factor de rechazo para el 16% de los españoles es que están peor cuidados, lo cual se aprecia en su aspecto general «menos presentable» que el de los no fumadores.
Según lo que fumes te -pega- un coche u otro
Como curiosidad, el estudio también ha preguntado a los encuestados qué tipo de coche le pega a cada persona según qué tipo de fumador sea. De esta forma, los fumadores de cigarrillos convencionales se asocian con berlinas; los de pipa y puro, con coches clásicos; los de tabaco de liar, con utilitarios; los de boquilla, con descapotables o berlinas y los de mentolados, con coches ecológicos.