Los sistemas de aire acondicionado de los coches trabajan en unas condiciones muy extremas. Primero, porque además de soportar el calor exterior, deben contar también con la temperatura que se genera en el interior del vano motor. Además, hay que tener en cuenta que el coche va moviéndose constantemente, y eso puede provocar pequeños roces y desajustes.
Por tanto, es frecuente que el aire acondicionado necesite una revisión y, normalmente, una recarga del gas que lleva en su interior, que suele perderse por pequeñas fugas generadas por los motivos comentados anteriormente.
Existen numerosos síntomas que nos comienzan a indicar que el sistema de aire acondicionado necesita una revisión. El más común, por motivos obvios, es que observemos que el ventilador del aire acondicionado funciona, pero no sale aire frío.
En este caso, podemos sospechar que tenemos una falta de gas en el circuito y, en principio, basta con que acudamos a un taller para realizar una recarga, que ronda los 50-60 euros, para que el problema se solucione.
Sin embargo, también puede deberse a un problema en el propio compresor del aire acondicionado, que puede haberse averiado en su parte mecánica o presentar algún fallo eléctrico que nole permita trabajar de manera adecuada. Esta avería suele ser más cara, pues un compresor rara vez baja de los 350 euros, a lo que habrá que añadir el montaje y la recarga del nuevo gas del circuito. Sea como fuere, debemos acudir al taller para su diagnóstico.
Otra causa que provoca que el compresor no funcione, aunque no esté averiado, es que haya una pequeña falta del gas que comentábamos antes. En este caso, puede darse el hecho de que el gas que hay en el circuito pudiera ser suficiente para refrigerar el habitáculo pero, sin embargo, si no hay suficiente presión de gas en el circuito, el compresor no se pondrá en marcha. De nuevo, debemos acudir al taller para revisarlo y, en principio, con reponer la cantidad de gas todo debería solucionarse.
Cuando hay poco gas, como en el caso anterior, también es habitual que el aire no salga lo suficientemente frío a máxima potencia y no podamos alcanzar la temperatura que deseamos, con lo cual podemos pensar que tenemos una fuga de gas en el sistema. Este síntoma es señal inequívoca de que la pérdida irá a más y, por tanto, nos acabaremos quedando sin aire frío aunque no le exijamos trabajar a máxima potencia.
En ocasiones, también podemos tener la sensación de que el aire sale frío, pero no lo suficiente. Si dudamos si la temperatura del aire por los difusores es la correcta, colocaremos colgado entre los dos asientos delanteros un termómetro, a ser posible de los que se utilizan en exteriores y, a continuación, marcaremos en el climatizador la temperatura deseada.
Cerramos las puertas y, pasados 15 minutos, comprobamos la temperatura que marca el termómetro y si corresponde con la que hemos programado el climatizador. Debería ser, al menos, una temperatura cercana a la que le indicamos. De lo contrario, de nuevo, conviene revisar el sistema en un taller para evitar que el problema vaya a más.
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