Avisadores de radar
Los avisadores de radar son aparatos GPS que contienen una base de datos con la situación de los radares. Y, cuando te aproximas a un radar fijo o de tramo -además de a puntos negros o zonas con presencia de radares móviles-, te alertan mediante avisos sonoros o luminosos. La gran mayoría permite actualizar, mediante el uso de un ordenador, su base de datos, que puede ser gratuita o, cada vez menos, de pago -por unos 25 euros/año-. No precisan instalación y su coste varía entre los 50 y los 200 euros.
¿Qué dice la Ley? Su uso es perfectamente legal. Eso sí, ten en cuenta que debes encender y configurar este aparato en parado, ya que si lo haces en marcha, te podrían sancionar con 200 euros y la retirada de 3 puntos por ´conducir utilizando un dispositivo incompatible con la atención a la conducción´.
Detectores de radar
Se trata de dispositivos electrónicos que detectan las ondas que emiten los radares fijos y móviles -reflejadas en otros vehículos, señales o el asfalto-, advirtiendo al conductor de su presencia con hasta aproximadamente 900 metros de antelación. En el mercado existen de dos tipos:
- Portátiles: Cuestan desde aproximadamente 200 euros y se pueden colocar encima del salpicadero o en el parabrisas.
- Fijos: Constan de una antena -que se instala en el vano motor del coche- y un receptor. Son mucho más caros que los portátiles: cuestan desde 500 hasta 2.000 euros a lo que tendrás que sumar el coste de su instalación -desde 200 a 600 euros-; pero son los detectores más eficaces.
Ojo, desde 2014 varios fabricantes tienen a la venta dispositivos -tanto portátiles como fijos- que aúnan la función de detector de radar + avisador. Dentro de los detectores, son los más vendidos y, por ello, hemos centrado nuestra atención en estos aparatos. Alguna marca permite anular la opción de detección y así circular legalmente.
¿Qué dice la Ley? Su uso -que no su instalación- es ilegal desde el 9 de mayo de 2014, cuando entró en vigor la actual Ley de Tráfico -antes, estaban permitidos-. Se sanciona con una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet.
Inhibidores de radar
Estos sistemas dificultan la labor de las pistolas láser que utilizan los agentes de las policías locales y de la Guardia Civil. Estas pistolas lanzan una señal láser contra un vehículo y calculan su velocidad en función del tiempo que tarda dicha señal en reflejarse en el vehículo captado y regresar de nuevo a la pistola. Mientras tanto, los inhibidores emiten señales infrarrojas que impiden la correcta recepción del haz láser por parte de la pistola y evitan que este dispositivo pueda calcular la velocidad del coche. Requieren instalación, suelen ir camuflados tras la calandra delantera o bajo el paragolpes delantero y son los ´anti-radares´ más caros: de media, cuestan desde 800 euros, a los que tienes que sumar desde 600 euros más por su instalación.
¿Qué dice la Ley? Su uso está completamente prohibido y, si te pillan utilizando uno -incluso aunque el coche no esté a tu nombre-, te sancionarán con una multa de 6.000 euros y la retirada de seis puntos, además de poder, incluso, decomisarte el coche -que pasará a la Administración pública sin que tú recibas ninguna compensación-. También está prohibida su instalación, y si la policía descubre a un taller montándolos, le sancionará con 30.000 euros.