Las dos primeras imágenes difundidas antes del salón no aportan demasiada información nueva, pero sí confirman la utilización de una nueva plataforma para este modelo; el Octavia actual utiliza la base de la antigua generación del Golf, y por ello pedía a gritos una renovación para afrontar con garantías el lanzamiento de la futura generación, así que no sería de extrañar que comparta plataforma con el nuevo modelo. En cuanto a diseño, el MissionL confirma lo que ya sabíamos: Skoda optará a partir de ahora por unas siluetas más esculpidas y un frontal más agresivo, aunque sin perder la nota de seriedad que respiran todos sus modelos, sobre todo sus berlinas.
Lo que sí nos ha sorprendido es que en el comunicado oficial se habla siempre de sexto modelo de la gama, por lo que damos por hecho que convivirá en los concesionarios con el Octavia que, presumiblemente, crecerá de tamaño tras su renovación para alejarse del nuevo inquilino. ¿Cuándo lo hará? Todavía es una incógnita, aunque todo parece indicar que el próximo año tendremos noticias al respecto. Si tenemos en cuenta que Winfried Vahland, Presidente del Consejo de Dirección de -koda, ha confirmado que «Vamos a presentar un nuevo vehículo cada seis meses durante los próximos dos o tres años», los salones de Ginebra o París 2012 tienen todas las papeletas para acoger al futuro Octavia.
Esta nueva imagen y este aumento de la familia tiene un objetivo claro: alcanzar los 1,5 millones de unidades vendidas en todo el mundo en 2018. Para ello, esta nueva berlina no sólo se comercializará en los mercados habituales de Europa, sino también Rusia y China. En 2013, además, Skoda lanzará el Yeti en China y desarrollará un modelo exclusivo para aquel mercado, a la vez que ampliará la producción en Rusia.