Con el Rapid, Skoda accede a un segmento que obtendrá de un fuerte protagonismo en los próximos años, ya que ofrece una buena habitabilidad y una eficiente gama de motores a un precio ajustado. La carrocería, de cinco puertas, mide 4,48 metros de largo, 1,71 de ancho y 1,46 de ancho y la batalla es de 2,60 metros, lo que le aporta un considerable espacio para las piernas en las plazas traseras -de hecho, es incluso mayor que en un Octavia-. Eso sí, la estrechez de la carrocería hace que, por anchura, la parte trasera sólo sea recomendable para dos ocupantes. El maletero, con 550 litros de capacidad, es el mejor de su categoría y el habitáculo, aunque no dispone de plásticos blandos en ningún lugar, luce buenos ajustes y, en general, se percibe una calidad de buen nivel.
Respecto a las motorizaciones, el Rapid estará disponible en nuestro país asociado a cuatro mecánicas de gasolina y dos diesel. Las primeras las completan un propulsor 1.2 de 75 CV, un 1.2 TSI en versiones de 86 y 105 CV y un 1.4 TSI de 122 CV. En cuanto a los diesel, del bloque 1.6 TDI de VAG nacen las dos variantes que se ofrecerán en el Rapid: 90 y 105 CV. Todos llevan cambio manual de cinco velocidades, excepto el 1.2 TSI de 105 CV que tiene seis marchas y el 1.4 TSI, que obligatoriamente se asocia al cambio automático DSG de siete velocidades, caja que también se ofrecerá, en opción, en el 1.6 TDI de 90 CV.
En marcha, el Rapid ofrece un muy buen comportamiento y un aplomo considerable para el tamaño y peso de su carrocería. Además, resulta ágil en curvas, aunque la blanda suspensión esté más enfocada a buscar la máxima comodidad de los ocupantes. Hemos podido probar las dos versiones que coparán la mayor parte del porcentaje de ventas de este coche, es decir, el 1.2 TSI de 105 CV y el 1.6 TDI de la misma potencia. El de gasolina ofrece mejores prestaciones y su caja de seis velocidades hace que puedan mantenerse buenos ritmos en carreteras de curvas, aunque es la variante diesel la que parece más apropiada para viajar por su suavidad de marcha, su fuerza a bajas revoluciones y su mínimo consumo -no es difícil rondar los 4,5 l/100 km en autopista-.
Skoda ya utilizó la denominación Rapid en dos ocasiones anteriores: primero en 1935 y, más tarde, en 1984 con un coupé deportivo de motor trasero y tracción posterior. El tercer Rapid de la historia de la marca se fabricará en la República Checa y llegará en diciembre, apenas un mes después que su ‘hermano gemelo’, el Seat Toledo, con el que comparte casi la totalidad de sus elementos a excepción de algunos elementos estéticos.