Skoda Octavia 2022: cuál es el más barato y el que menos consume

Hoy día, acertar con la compra de la mecánica adecuada para nuestros coches es complicado: la aparición de los eléctricos y los combustibles alternativos, el constante e imprevisible cambio del precio de los carburantes y de la luz, las diferencias en el coste del propio coche en función de la mecánica que lleve, las posibilidades de repostaje o recarga, el tipo de conducción y de utilización, la necesidad de tener una determinada pegatina medioambiental de la DGT…

El Skoda Octavia es, precisamente, un buen ejemplo de coche en el que no es fácil elegir la opción más adecuada a nuestras necesidades debido a las diferentes posibilidades mecánicas que encontramos en su gama: hay versiones diésel, gasolina, microhibridadas, de Gas Natural Comprimido (GNC) e híbridas enchufables o PHEV. Hay multitud de variables que pueden incidir entre la elección de uno u otro pero, en este caso, nos vamos a fijar sólo en una: ¿cuál es el más interesante por relación precio/coste de uso, en lo que a consumo se refiere? Pues vayamos por partes.
En este reportaje vamos a hacer una comparativa pensando en la utilización de un particular que, normalmente, se pague de su bolsillo tanto la energía (ya sea carburante o electricidad) como el coche en sí. Después, puede haber conductores que, por su trabajo o por lo que sea, tenga determinadas ventajas a la hora de cargar las baterías por ejemplo. Si es así, mejor para ti, y probablemente este reportaje no te sirva de nada. También decimos que este reportaje se ha hecho a mediados de septiembre de 2022 en España, en un marco complicado por la crisis energética que está sacudiendo al mundo entero en general. Dentro de unos meses, quién sabe si esto será extrapolable o no… Si no lo es, haremos otro reportaje.
Empecemos por el más barato: el Skoda Octavia gasolina
28.400 euros. Eso es lo que cuesta un Skoda Octavia TSI 110 de gasolina con acabado Ambition y etiqueta C de la DGT. Según Skoda, su consumo medio es de 5,2 L/100 km. No es mal dato, aunque en la práctica sus cifras son, como en todos los coches, más elevadas. Llaneando por carretera con poca carga de acelerador y velocidad sostenida, no es difícil mantenerse por debajo de los 6 L/100 km, si bien lo más habitual es acercarse a los 6,5 L/100 km reales de media. Existe una variante microhibridada de este motor que, según las cifras oficiales, consume 0,2 L/100 km menos. En la práctica, no es para tanto, y amortizar los 2.000 euros más que cuesta esta versión será complicado, salvo que nos compense por el hecho de tener etiqueta Eco de la DGT.

Hay un 1.5 TSI también microhibridado de 150 CV que, aunque en teoría gasta 5,3 L/100 km, en la práctica veremos que consume lo mismo que el 1.0 TSI… pero con una respuesta considerablemente más contundente y un funcionamiento mucho más refinado. Tiene distintivo Eco de la DGT.
Para esta prueba, vamos a tomar como referencia del precio del carburante el que tiene en la gasolinera GALP que hay en el Km. 26,2 de la A1, en Madrid. ¿Por qué? Porque me coge cerca de casa, porque reposto ahí en muchas ocasiones y porque allí hay un surtidor de GNC de la marca HAM, y ese dato nos permitirá comparar cuando hablemos del Octavia G-TEC. El día que miré los precios, el litro de gasolina 95 estaba a 1,809 euros, sin subvención.
Con los datos que os he dado antes, considero que una cifra media realista del 1.0 TSI 110, y también del 1.0 mHEV y del 1.5 TSI, es 6,3 L/100 km. Eso significa que cada 100 km con un Octavia 1.0 TSI 110 saldrían por 11,39 euros. Si contásemos la subvención, serían 10,13 euros.
¿Y el Skoda Octavia diésel?
Hace unos cuantos años, la norma era clara. ¿Haces muchos kilómetros al año? Cómprate un diésel. Ahora, no es así. Más que nunca, un diésel es un coche para hacer muchos kilómetros pero, sobre todo, con trayectos largos, evitando en la medida de lo posible el tráfico urbano y las paradas cada pocos minutos. ¿Por su contaminación? No. Por su fiabilidad. Un diésel contamina muchísimo menos que uno de hace 20 años por los sistemas de tratamientos de gases de escape que llevan ahora. Pero los trayectos cortos evitan que la temperatura del sistema de escape no sea elevada, y eso es una fuente de caros problemas a medio y largo plazo.

Supongamos que recorres al año 20.000 km, casi todos por carretera, con trayectos que rara vez bajan de 30 km y que la etiqueta Eco o Cero de la DGT te dan exactamente igual porque ni vives en una ciudad de más de 50.000 habitantes ni sueles tener que ir a ninguna en coche. Enhorabuena. Eres el cliente tipo de un diésel.
Pues bien, hay tres Octavia TDI, todos de 2.0 litros. Uno con 116 CV, otro 150 y un tercero con 200 CV para la versión RS. El TDI 116 Ambition arranca en los 31.000 euros, mientras que el TDI 150 Ambition está en 32.700 euros. Es decir, y por redondear, unos 1.600 euros más caro que el gasolina equivalente por potencia y acabado.
Los dos primeros homologan un consumo prácticamente idéntico. De hecho, y en función del acabado, podemos decir que es de 4,4 L/100 km. El RS homologa 4,9 L/100 km, pero, dada su condición de versión deportiva, nos centraremos en las variantes de 116 y 150 CV. En la práctica, los dos primeros permiten moverse entre algo menos de 5 L/100 km y 5,5 L/100 km reales con cierta facilidad, así que vamos a utilizar una cifra de 5,2 L/100 km de media real. En la gasolinera que hemos tomado como referencia, ese día el gasóleo A estaba a 1,979 euros/litro. Sí, el gasóleo normal. El ‘caro’ estaba a 2,049 euros/litros, siempre sin contar la subvención.
Eso significa que, con un Octavia TDI, recorrer 100 km sale por 10,29 euros; con la subvención de 20 céntimos, serían 9,25 euros cada 100 km. Es decir, que con el TDI consumimos en torno a 1,10 euros menos cada 100 km, de manera que empezaríamos a amortizar los 1.600 euros más que cuesta aproximadamente el diésel cuando hayamos recorrido casi 150.000 km. Eso, si hacemos 30.000 km al año, sería 5 años. Echa cuentas.
G-TEC de Gas Natural Comprimido: ¿sigue siendo rentable?
Hace pocos meses, en mi familia repostábamos un coche que tenemos de GNC en esa HAM de la A1 a un precio que oscilaba entre 0,90 y 0,95 euros/kilo. En nuestro caso, eso significaba que recorríamos 100 km por unos 3,50-3,60 euros. Un coste imbatible. El día de la realización de este reportaje, en esa misma HAM, el GNC está a 2,499 euros/kilo, así que la cosa ha cambiado considerablemente…

Volviendo al ejemplo del Octavia, hay un 1.5 T-TEC de 130 CV con acabado Ambition por 33.100 euros. Al tratarse de un combustible alternativo tiene etiqueta Eco de la DGT. Este Octavia de GNC consume en torno a 4,0 kg/100 km en condiciones favorables y 4,4 kg/100 km en otras menos ventajosas, como en tráfico urbano. Podemos decir que, entonces, una media bastante real serían 4,2 kg/100 km. Y eso, al precio actual del GNC, suponen 10,49 euros cada 100 km, y aquí no hay subvención de 20 céntimos en ningún caso.
Esto significa que, en la actualidad, el GNC no resulta rentable ni frente al diésel ni la gasolina. Es cierto que este G-TEC cuenta también con un depósito de gasolina de 9 litros, pero es muy poco y tratar de moverse sólo con gasolina termina siendo un engorro. Además, se suma el hecho de que, en la actualidad, hay unos 80 puntos de recarga de GNC en toda España, algo que complica mucho la situación salvo que pasemos a diario por un punto de recarga.
Skoda Octavia PHEV o híbrido enchufable: ¿la solución ideal?
Por último, en la gama Octavia hay dos versiones PHEV o híbridas enchufables. La primera tiene acabado Style, 204 CV y vale 40.600 euros. La segunda, con acabado RS y 245 CV, sale por 43.200 euros. Ambas tienen etiqueta Cero de la DGT por el hecho de homologar más de 42 km de autonomía completamente en eléctrico. ¿Cuánto gastan? Buena pregunta. Vayamos por partes, y centremos el tiro en el Style de 204 CV, que es el más lógico de los dos a la hora de comprarse un PHEV. En eléctrico, la autonomía real es de unos 30-35 km. Además, el modo eléctrico es especialmente eficaz en uso urbano, porque es recomendable seleccionar el modo híbrido y guardar batería en cuanto salimos a carretera, pues a lata velocidad es más rentable circular con gasolina.
Si circulamos sólo con electricidad, el gasto es cero en gasolina y, en electricidad, dependerá mucho de dónde carguemos; en un supermercado puede salirnos gratis, pero en un enchufe de pago, no. La batería de este Octavia tiene una capacidad útil de 10,4 kWh. Eso, en dinero y de media, puede suponer que cada recarga sale por unos 0,30 euros/kWh en un cargador de unos 3,6 ó 7,2 kWh, que es lo que suele ponerse en las casas. Es decir, una recarga completa ronda los 3,12 euros. Y, si con una carga completa recorremos unos 35 km reales, para recorrer 100 km necesitaríamos 8,91 euros.
Ciertamente, es más barato que el diésel (que sale 0,34 euros por kilómetro más caro con subvención), que el gasolina (1,22 euros/100 km más caro con subvención) y que el GNC (1,58 euros/100 km más caro), pero esa diferencia es muy poco teniendo en cuenta el precio del coche, que es 12.200 euros más caro que el diésel, 14.800 euros que el gasolina y 10.100 euros más caro que el G-TEC de GNC. Eso sin tener en cuenta las subvenciones por adquirir un coche electrificado, que ahora mismo para un PHEV son de 2.500 euros o, si entregas un coche para achatarrar a cambio, de 5.000 euros. Pongámonos en el mejor de los casos: 5.000 euros. Eso significa que la diferencia de precio frente a las alternativas 100% térmicas se reducen a 7.200 euros, 9.800 euros y 5.100 euros, respectivamente. Es decir que, o mucho cambian las cosas, o no lo amortizarás en la vida.

Pero falta otro factor más en la ecuación: ¿cuánta gasolina gasta este Octavia híbrido enchufable? Este dato depende mucho de cómo juegues con la parte eléctrica o no. Así que, sin que sirva de precedente, voy a utilizar el dato registrado en el ordenador de a bordo de esta unidad correspondiente a los últimos 3.806 km recorridos, una cifra que puede ser bastante realista. Y, ese caso, el consumo es de 5,3 L/100 km, es decir, un litro más que los motores de gasolina que citábamos arriba. Eso significa que, recorrer 100 km sale por 9,58 euros, que serían 8,52 euros con la subvención de 20 céntimos que tiene ahora la gasolina. Es decir, saldría incluso más barato que circular sólo con gasolina.
Utilizando este dato, y comparado con el 1.0 TSI, tardaríamos 608.695 kilómetros en amortizar la diferencia de 9.800 euros de precio que hay.
Y, entonces, ¿cuándo interesa cada uno?
Empecemos por lo fácil: GNC. En la situación actual, no interesa comprarse un Octavia G-TEC que funcione con GNC, pues no vamos a conseguir ahorro alguno y, además, nos encontramos con la limitación de los puntos de repostaje y el hecho de tener un depósito de sólo 9 litros de gasolina. Si en el futuro el GNC volviese a tener un precio razonable, sería una buena compra siempre y cuando solamos pasar por puntos donde repostar. Pero a día de la realización de este reportaje, no es recomendable ni siquiera por el hecho de tener etiqueta Eco, pues hay otros Octavia gasolina microhibridados que lucen ese mismo distintivo.
Siguiente tipo de carburante: los diésel. Los Octavia TDI siguen siendo unos estupendos coches para viajar y cubrir largas distancias con consumos muy contenidos. Son estupendos, francamente. Pero entre el precio actual del litro de gasóleo, el del coche y lo poco que gastan los gasolina, no creemos que sea interesante salvo que recorramos más de 30.000 km al año y, principalmente, por carretera.
Llegamos así a los híbridos enchufables. Veamos. Si tus recorridos van a ser eminentemente urbanos, de no mucho más de 40 km entre carga y carga y si, además, tienes posibilidad de recargarlo gratis (por ejemplo, en tu puesto de trabajo) habitualmente, es una alternativa a tener muy en cuenta. Es más, es la alternativa ideal.

Pero si no es así, olvídate de ello: como hemos visto, amortizarlo es muy complicado. Puede que necesites tener sí o sí una etiqueta Cero emisiones. O que tu conciencia ecológica te haga desear tener un coche lo más limpio posible (sin que te importe mucho saber de dónde sale realmente la electricidad o si es la mejor opción desde el punto de vista de la eficiencia para circular por carretera, pero eso ya es otro tema). En ese caso, y si estás dispuesto a pagar la diferencia, también puede ser una alternativa respetable, pero no tanto interesante…
Llegamos así a los gasolina. Son, en estos momentos, la mejor opción para comprarse un Octavia. Sí, gastan un poco más, pero son los más baratos a igualdad de potencia y equipamiento y, con el precio actual de la gasolina, la ventaja del diésel se reduce considerablemente. Sólo un consejo: teniendo en cuenta las posibilidades de carga y el planteamiento viajero del Octavia, nosotros te recomendaríamos el 1.5 TSI de 150 CV.