Y es que el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT), ve «difícil que el nuevo todocamino de la marca acabe fabricándose en la planta catalana» y que si eso ocurre «la planta debería luchar por fabricar el nuevo Seat Ibiza, –que llegará en 2017– y por seguir produciendo el Audi Q3«, sentencia.
Una de las plantas que suena con fuerza para sustituir a la de Martorell, es la de Skoda en Kvasiny (República Checa) ya que se contempla que podría abrir 328 días al año y, si fuera necesario, contar con una flexibilidad similar a la de la planta de Barcelona. Todo ello viene dado por un aumento de la inversión del Grupo VW en dicha planta.
De todas formas, aún habrá que esperar hasta los días 15, 16 y 17 de enero ya que será cuando se reúna en Salzburgo (Austria) el comité europeo de Volkswagen.
No obstante, el presidente del comité de empresa de Seat está convencido de que, aunque Martorell se quede sin ese todocamino, no habrá despidos en la planta catalana, sobre todo, después de que el pasado 16 de diciembre Seat pactara con UGT y CCOO 201 despidos entre su personal de oficinas que se saldarán con una indemnización media de 40 días por año trabajado.