Suzuki Grand Vitara 1.6 VVT vs Suzuki SX4 1.9 DDiS vs Suzuki Swift Drive4 1.3 4×4

Junto con el Ignis, que perfectamente podría formar parte de esta comparativa, estos tres modelos constituyen la oferta actual de Suzuki en lo que a todocamino se refiere dentro del mercado español. Además, los tres conforman el grupo de modelos estratégicos mundiales que la marca deseaba tener en el mercado en 2006.

Es, con diferencia, la oferta más amplia dentro de lo que podríamos llamar ultracompactos; es decir, los que por dimensiones quedarían en un escalón inferior a los Hyundai Tucson, Kia Sportage o Nissan X-Trail, por ejemplo.

La combinación de estos tres modelos resulta bastante heterogénea en tanto en cuanto responden a distintos formas de llegar a un vehículo de estas características.

Así, el Grand Vitara 1.6 sería una «descafeinización» de un auténtico todoterreno, al que le falta la reductora y el bloqueo de diferencial central. El SX4 es un desarrollo conjunto con Fiat y sí ha sido concebido, desde el principio, como un vehículo de tracción total con cinco puertas y que supera por poco los cuatro metros. Y, finalmente, el Swift 4×4 es una versión con tracción integral del turismo del mismo nombre y sin apenas más diferencias.

Carrocería

G. Vitara 8,0 ptos. SX4 7,5 Swift 4×4 7,5

Los tres modelos responden a distintos conceptos y, por lo tanto, exteriormente delatan sus diferencias. El Grand Vitara conserva el aspecto clásico de carrocería todoterreno de tres puertas, incluso con la rueda de repuesto colgada del portón, si bien en su concepción presenta un avanzado diseño que combina una estructura monocasco con unos refuerzos de largueros.

El SX4, a pesar de tratarse de un diseño de Italdesign, presenta un aspecto más discreto, donde destacan las formas redondeadas que refuerzan la compactibilidad del conjunto, a pesar de tratarse de un cinco puertas. Unas molduras de plástico y una escueta protección del cárter, elaborada en el mismo material, es la única nota distintiva de la versión más campera del SX4 respecto a la denominada Urban.

El tercero de los Suzuki, el Swift, no presenta práticamente ninguna diferencia respecto a la versión de tracción delantera, salvo un terminal cromado en el escape, un spoiler trasero y la particularidad de que la versión Drive4 sólo se ofrece con carrocería de cinco puertas. Conviene señalar que la plataforma del Swift con leves modificaciones fue la utilizada para desarrollar el SX4.

Habitáculo

G. Vitara 7,0 ptos. SX4 7,5 Swift 4×4 7,5

Pese a sus reducidas cotas exteriores, los interiores de estos tres modelos denotan un buen aprovechamiento del espacio, siendo el Grand Vitara el que ofrece menos comodidades para los dos pasajeros de las plazas traseras, si bien el acceso a las mismas no plantea demasiados problemas.

El SX4 también destaca por su espacio interior (dentro de lo que cabe) y el más pequeño de los tres es el que más sorprende por la excelente habitabilidad de sus plazas traseras, que disponen de una altura al techo mayor que las del Grand Vitara, por ejemplo. También cabe destacar los 25 centímetros de recorrido longitudinal que tiene la banqueta delantera.

En los otros dos modelos, el puesto de conducción ofrece también unas regulaciones suficientes y, en general, el aceso a la instrumentación (no muy amplia, por otra parte) es también más que correcto.

Atrás quedan ya los tiempos en los que decir Suzuki era sinónimo de acabados regulares y materiales de escasa calidad. Los estándares actuales han supuesto un importante salto cualitativo, tanto en diseño como en factura de los ajustes y elección de los materiales, siendo estos tres modelos perfectos exponentes del nuevo rumbo.

Donde se traduce con mayor nitidez el pequeño tamaño de estos modelos es en sus escuetos maleteros, ya que en ningún caso alcanzan los 300 litros de capacidad, siendo el SX4 el que más se aproxima.

Motor

G. Vitara 6,5 ptos. SX4 8,5 Swift 4×4 7,0

Fiel a su tradición, la marca japonesa monta unos interesantes propulsores «pequeños» de gasolina , los cuales ofrecen su mejor respuesta en la parte alta del cuentavueltas. El 1.6 del Grand Vitara con culata multiválvula y distribución variable llega a los 106 CV de potencia, pero adolece de falta de par a bajo régimen.

Este mismo propulsor se monta en la gama SX4, si bien no está disponible, de momento, en España. Por su parte, el Swift Drive4 sólo monta el 1.3 de 92 CV, quedando el 1.5 reservado en exclusiva a las versiones de tracción delantera.

Al igual que el 1.6 del Grand Vitara, también se muestra más cómodo en la parte alta del cuentavueltas, y, aunque debe lidiar con poco más de 1.000 kilos, se ve penalizado por unos desarrollos del cambio demasiado largos.

Sin duda, es en este apartado donde el SX4 sale mejor parado, gracias al propulsor turbodiésel de 1.910 cm3 desarrollado por Fiat, que constituye toda una referencia por la capacidad que tiene de estirarse hasta las 4.500 rpm, algo inusual en este tipo de propulsores.

La reducida cilindrada de las mecánicas redunda en unos consumos de combustible realmente moderados, lo cual es de agradecer, sobre todo si tenemos en cuenta que las prestaciones no son pobres.

Transmisión

G. Vitara 6,0 ptos. SX4 8,0 Swift 4×4 6,0

Al tratarse de vehículos todocamino sin ninguna pretensión trialera, sus sistemas de transmisión distan de ser excesivamente elaborados.

El Grand Vitara prescinde de elementos de los que sí disponen sus hermanos de gama, como la reductora, el bloqueo de diferencial central o los controles electrónicos de tracción.

Tan sólo dispone de un diferencial central autoblocante para corregir las faltas de tracción en alguno de sus ejes. El más pequeño de los Suzuki recurre a un acoplamiento viscoso central para repartir la tracción, mientras que el SX4 dispone de un embrague multidisco para hacer trabajar en sintonía ambos ejes.

Los dos modelos de gasolina disponen de sendas cajas de cambio manuales de cinco relaciones, mientras que el SX4 vuelve a salir mejor parado que ellos en este sentido, al contar con un cambio manual de seis marchas asociado a su brillante motor.

El SX4, asimismo, ofrece la posibilidad de elegir entre circular en tracción delantera, con reparto automático del par, o bien fijarlo mediante un selector situado en la parte central, junto a la palanca de cambios. Por si esto fuera poco, éste es el único de los tres que dispone de controles electrónicos de estabilidad y tracción, aunque sea de forma opcional.

Suspensiones

G. Vitara 7,0 ptos. SX4 6,0 Swift 4×4 6,0

Si en algún aspecto queda patente cuál es la filosofía de un fabricante a la hora de diseñar un 4×4, ese es en las suspensiones. El hecho de que los tres Suzuki recurran a un esquema McPherson en el eje delantero denota el enfoque hacia un uso prioritariamente asfáltico.

Para los trenes posteriores de los Swift y SX4 se utilizan sendos ejes torsionales con brazos tirados, los cuales ofrecen un buen compromiso entre guiado, robustez, ahorro de espacio y, sobre todo, coste de fabricación. El Grand Vitara monta un más elaborado conjunto multibrazo anclado a un subchasis en el eje trasero.

Este esfuerzo tecnológico no se ve correspondido, sin embargo, en el apartado de frenos, si tenemos en cuenta que se siguen conservando los tambores que ya montaba el Grand Vitara de la anterior generación, pero ahora con una mayor masa que controlar.

En los tres casos, se completa el conjunto con dispositivo antibloqueo y distribuidor electrónico de frenada.

Por dentro y por fuera

Impecable en diseño y factura, el interior del Grand Vitara resulta funcional e incluso atractivo a la vista gracias a la combinación del negro y el símil aluminio.Aunque la butaca no se puede regular en altura, el puesto de conducción es cómodo. Sin ambargo, las plazas traseras sólo dmiten a dos pasajeros y cuesta acceder a ellas.

Este carenado de la parte delantera protege de los posibles impactos al circular por campo. El silencioso de escape y el diferencial trasero son los elementos más propensos a colisionar con agentes extraños.SUZUKI GRAND VITARA. El mayor ancho de vías y unas firmes suspensiones le otorgan un notable aplomo en la circulación por pistas, pero el rendimiento del motor queda por debajo del resto del conjunto.

SUZUKI SX4. La principal ventaja de la transmisión i4WD que incorpora es la posibilidad de elegir entre tres modos distintos de reparto del par.Las protecciones de plástico del frontal tienen un carácter más ornamental que funcional. El silencioso del escape es el elemento más expuesto en la parte trasera de los bajos del SX4.

Tan sólo los mandos del audio y el climatizador destacan en un sobrio salpicadero en el que predomina el gris oscuro y se salpican los remates de aluminio característicos de la marca.El puesto de conducción, algo sobreelevado, ofrece una buena visibilidad, mientras que en las plazas traseras se echa en falta más de espacio para las piernas de los ocupantes.

SUZUKI SWIFT drive4. Aunque las irregularidades de los caminos no le sientan bien, rodando alto de vueltas este pequeño rutero todavía permite ciertas sensaciones al volante.Una levísima protección en la parte delantera no aporta la resistencia suficiente ante posibles impactos.La escasísima altura al suelo del Swift hace que todos sus elementos sean muy vulnerables en el campo.

Siguiendo la misma línea de diseño que sus compañeros de marca, en el interior del Swift predominan los tonos oscuros, aumentando la sensación de sobriedad.Viéndolo desde fuera es difícil imaginar que en el interior del Swift se ha conseguido tanto espacio, sobre todo en unas plazas traseras más que dignas.

Por medida de neumático y cotas, el Grand Vitara es el que posee más aptitudes TT.El perfil 60 del neumático del SX4 ofrece un buen compromiso entre asfalto y campo.El Swift es el único de los tres modelos que monta sus neumáticos sobre llanta de 15″.

El Grand Vitara es el que posee unas cotas menos desfavorables, lo cual le permite una mayor movilidad por terrenos abruptos, donde el Swift casi ni se puede aventurar.

Con poco menos de 300 litros, el SX4 es el que dispone de más capacidad de maletero, mientras que el Swift roza los 200 y el Grand Vitara de tres puertas sólo cuenta con 184.

Cómo va

En pista

Cada uno con sus peculiaridades, los tres Suzuki se desenvuelven como pez en el agua sobre el asfalto y los caminos con buen piso, permitiendo el Grand Vitara rodar por firmes que ofrezcan alguna dificultad más gracias a unas suspensiones que filtran mejor las irregularidades que las de sus compañeros de marca.

El aplomo que ofrece el chasis del Grand Vitara permite rodar a ritmos vivos con total confianza, el comportamiento del coche es totalmente noble, la dirección se muestra muy directa y las suspensiones ofrecen un óptimo grado de firmeza para circular sobre firmes regulares, con el plus de seguridad que da, además, la tracción total.

El mayor pero lo encontramos en un motor que nos obliga a rodar muy altos de vueltas y apurando las marchas al máximo si queremos circular con viveza. De lo contrario, el coche se vuelve demasiado perezoso. Algo similar le ocurre al Swift, debido a unos desarrollos del cambio demasiado largos.

Son los mismos de la versión de tracción delantera y han sido concebidos para no resultar demasiado ruidoso al circular a velocidades elevadas y, sobre todo, ajustar los consumos. Para sacarle el máximo partido, debemos jugar en exceso con el cambio y, en determinados casos, incluso, con el embrague. En contraposición, el Swift resulta un vehículo muy vivo y divertido de conducir, sobre todo en carreteras reviradas.

En lo referente al rendimiento de los trenes motrices, el SX4 se encuentra a la misma altura que el Grand Vitara o el Swift. La dirección resulta precisa y directa, y sus supensiones independientes ofrecen un perfecto guiado, además de «sujetar» el vehículo en toda circunstancia.

Pero es donde los demás Suzuki tienen su talón de Aquiles justo donde el SX4 cuenta con su mejor virtud: el motor. El propulsor 1.9 diseñado por Fiat rinde bastante más de los 120 CV que anuncia, se estira hasta prácticamente las 4.500 rpm y a partir de las 1.600 ya ofrece más de 250 Nm de par.

Con estos números y un cambio de seis marchas, es casi imposible no circular cómodo bajo cualquier circunstancia. El comportamiento del coche es absolutamente neutro en todo momento, su contenida masa no provoca inercias traicioneras y las escasas pérdidas de trayectoria se subsanan con un leve golpe de gas.

Sin duda, el SX4 resulta la opción más interesante si lo que buscamos es un rutero, si bien su tarifa también está por encima de la de sus compañeros de marca.

En campo

En este sentido y de estos tres coches, lo primero es invitar a la prudencia cuando circulemos fuera del asfalto y aparezca alguna irregualridad en el camino. No obstante, esta aseveración admite matizaciones en función de cada uno de los modelos y seria injusto meterlos a los tres en el mismo saco.

Por capacidades off road, el Swift Drive4 es el menos preparado de los tres y casi podríamos decir que de todo el catálogo de 4×4 nacional. Esto no supone ningún descrédito, simplemente se trata de un vehículo que no está concebido para afrontar obstáculos en el campo, sino para circular por carreteras en condiciones precarias de adherencia y por pistas en buen estado.

La escasísima altura al suelo y unas cotas poco propicias limitan en exceso el movimiento del Swift de tracción integral fuera de los viales con firme regular.

Al Grand Vitara sí que le acompañan los ángulos característicos que le porporciona su carrocería claramente todoterreno, si bien las suspensiones independientes le limitan el recorrido de las suspensiones en los cruces de puentes.

Pero la mayor limitación le viene dada por un motor que, aunque responde de forma brillante a altas revoluciones, se muestra insuficiente al tratar de empujar los 1.400 kilos del Grand Vitara en condiciones comprometidas.

A este panorama, se le une la carencia absoluta de cualquier ayuda electrónica o mecánica que trate de paliar la falta de tracción. Tan sólo el diferencial central de deslizamiento limitado corrige los desequilibrios de tracción, aunque se muestra más eficaz al circular por pistas que a la hora de evitar que se vaya la fuerza del motor por una rueda descolgada que gire libre.

El mejor compromiso entre cotas, peso del conjunto, capacidad del motor y transmisión lo presenta el SX4. Sus ángulos son propios de todocamino, pero si somos precavidos y no rozamos, el motor nos garantiza el avance. Gracias al bloqueo del reparto de par, nos asegura tracción en ambos ejes. Y el ESP, en su caso, aportará su granito de arena a la hora de hacer avanzar al vehículo.

Huelga decir que los neumáticos de serie no son los más idóneos para circular por campo, siendo los Bridgestone Dueler del Grand Vitara los que mejor agarre ofrecen fuera del asfalto, aparte de contar con una medida (perfil 70) más propia de vehículos TT, frente al 60 en llanta de 16 y 15 pulgadas, respectivamente, de los Turanza que montan Swift y SX4.

Llama la atención lo constante de la curva de par, inusual por tratarse de un motor de gasolina.

Muy pocos motores diésel tienen su punto de potencia máxima tan cerca del corte de inyección.

La curva denota que donde este motor se encuentra más a gusto es entre 5.000 y 6.500 vueltas.