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La piloto probadora Beatríz García, madrileña de 34 años, acumula un importante palmarés deportivo, que se inicia con la
CUP-180 en el 98 y que pasa por el Dakar 2004 en camiones o su destacada participación en la Mitsubishi Evo Cup. Pero fue en el Dakar 2005 donde puso a prueba su capacidad para superarse tras quedarse perdida en medio del desierto junto a su hermana. Hoy alterna su trabajo como directora de la división de formación de Otto Walter con el proyecto Pemar Racing Trucks para el próximo Dakar, que se celebrará en Argentina en 2009. |
El centro de gravedad es bajo
El primer vistazo de Bea a la carrocería del SX4 no le deja fría. Sin apartar su mirada de las atractivas líneas, lo primero que llama su atención es la predisposición del diseño para circular fuera y dentro del asfalto, ese difícil equilibrio que buscan todas las marcas de vehículos.
«Me gusta la altura libre que ofrece este modelo. Siendo la suficiente, han conseguido no elevar en exceso el punto de gravedad y dejar libres los bajos. La verdad es que me he quedado sorprendida por la acertada elección, y no había pensado que fuera tan sencillo conseguir un valor tan importante para un vehículo con aptitudes off road.
Además, me gustan los detalles estéticos, de protección de bajos delantero y trasero; aunque no son tan robustos como los de un vehículo de aventura, por lo menos te permiten amortiguar los primeros toques, y además quedas advertida de dónde comienzan los límites».
Buen puesto de conducción
Una vez en el interior, Bea se ciñe el cinturón y los guantes para, girada la llave de contacto, comenzar la prueba.
Según el cambio de marchas comienza a imprimir carácter al motor, comenta el buen hacer de Suzuki en el interior del vehículo. «Me gusta. Tiene un agradable puesto de conducción y es increíble la habitabilidad que se consigue con una talla tan corta, aunque me he fijado antes en que el truco está en la batalla; es muy larga».
El ritmo sube y el cuentavueltas roza la zona roja. O Bea se conoce los caminos, o el SX4 y ella han llegado a un acuerdo. «El juego con el cambio te permite tener siempre el motor arriba, aunque donde está a gusto es en la zona media. Ahí está pletórico; es más, si vas en tracción 4×2, las pérdidas de motricidad son altas.
En este caso, lo primero es jugar con el selector de tracción para que el coche se comporte al gusto de cada uno. Además, el botón está puesto en una posición formidable. Ahí, detrás del freno de mano, sin mirar, lo puedes usar sobre la marcha de forma natural. ¡Genial!. Me gusta este coche; se comporta como lo que es.
El ritmo es endiablado sin los clásicos balanceos de los 4×4 más altos. Te da una confianza y una seguridad a la que no estoy acostumbrada.»
Trepa bien gracias al bloqueo de diferencial
El entusiasmo de Bea es contagioso, y con el vivaz ritmo hemos llegado a una zona más rota de lo normal, donde el camino dibuja fuertes subidas y bajadas. Un gesto de complicidad nos pide paso para poner en aprietos al SX4 y bloquear el diferencial central de la transmisión. «Veremos de qué está hecho este pequeñín, je, je, je-«.
A poco de pensarlo, el SX4 ya estaba traccionando por la empinada subida en busca de sus límites- «Genial, la tracción trabaja a la perfección, más si tenemos en cuenta que la doble suspensión independiente y las imprescindibles estabilizadoras que permiten sujetar el coche en asfalto limitan los recorridos libres. Trepa como un gato.»
Su sencillez resulta doblemente eficaz
Son muchos los puntos positivos que Bea ha sacado del SX4 y, como decíamos al principio, muchas veces lo sencillo es doblemente eficaz; especialmente para disfrutar de un vehículo que está muy por encima de la media.
Por dentro y por fuera
El diseño del interior es funcional y al tiempo sencillo y claro.La suspensión ofrece dinamismo y confort al mismo tiempo.
La mecánica ofrece un plus de funcionamiento en la zona media.El selector de 4×4 está algo escondido, pero resulta cómodo de usar.Los bajos se encuentran bien recogidos para no ser golpeados.El maletero es tan amplio como el resto del vehículo.
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Por fuera
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