Además, ofrece unas prestaciones más que razonables para este tipo de vehículos y es fácil que sólo gaste entre ocho y nueve litros. De esta forma, puede ampliar un poco su autonomía, que es el talón de aquiles de los Suzuki debido a sus minúsculos depósitos de carburante.
En el interior, peca de simple.
Los plásticos y guarnecidos ofrecen una calidad mínima, y la única concesión al confort la encontramos en el equipo de aire acondicionado.
Llaman la atención los elevalunas manuales, difíciles de encontrar en el mercado. Como es lógico, el desgaste hace mella en todos los elementos y lo del sistema de arranque, con clave numérica, cabe calificarse casi como anecdótico.
Muy cómodo en el tráfico urbano por su agilidad, mantiene el tipo lejos del asfalto, donde puede afrontar pistas y caminos con eficacia.
Sin embargo, para zonas trialeras nos encontramos con unos ángulos característicos limitados, escasa altura al suelo y una reductora larga.
Sin estridencias
En cuanto a las suspensiones, el eje trasero no suele dar problemas y los recorridos que ofrece podemos considerarlos como suficientes.
No ocurre lo mismo en los delanteros, demasiado cortos, aunque a su favor cuenta con un triángulo inferior realmente robusto que no acusa el mal trato.
La transmisión goza de buena salud… a excepción de los palieres delanteros, uno de los puntos débiles del vehículo.
El otro lo encontramos en la caja de cambios, que en algunas unidades dio problemas, localizados en el juego de piñones de la quinta velocidad.
Gracias a la reductora, sus posibilidades fuera del asfalto son muy buenas, a pesar de los largos desarrollos, que los consideramos el aspecto menos agradable del conjunto, ya que obliga a jugar con el embrague o utilizar la inercia para superar determinados obstáculos.
Los frenos cumplen su misión, pero los tambores traseros tenían que haber cedido su sitio hace muchos años a unos discos.
Los parachoques son sencillos (ésta es la sensación que transmite el acabado general del vehículo) y fáciles de dañar.
Desde luego, este Vitara no es un vehículo de gama alta, pero con el motor en marcha uno se encuentra muy a gusto por la ciudad, en carretera o en el mundo rural. Y todo con un desembolso bastante comedido.
¿Qué más se pude pedir?
Tal vez el mercado de segunda mano te permita disfrutar de todo esto por poco dinero; el problema es que da más de lo que cuesta y es difícil encontrar quien se desprenda de esta «joyita».
Por dentro y por fuera
De diseño discreto y funcional, el salpicadero de nuestro protagonista resiste los avatares propios de la conducción todoterreno. Los asientos traseros son aptos para personas de baja estatura y ofrecen un confort muy limitado. Mejor usarlos sólo para trayectos cortos.
En el maletero del Vitara corto cabe lo justo, aunque aprovechando la altura del respaldo podemos optimizar la capacidad de carga de este vehículo.
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Ojo con…
Lo más destacado del Vitara HDi corto
Materiales sencillos… Los plásticos y guarnecidos dejan un poco que desear. Son bastante básicos para lo que demanda el mercado hoy en día.
TT bajito… La escasa altura al suelo condiciona sus prestaciones fuera del asfalto, ofreciendo unos ángulos característicos poco adecuados para el uso TT.
Económico… Por valor de adquisición, precios de recambios y consumo, el Vitara HDi es uno de los TT que mejor relación presenta entre prestaciones y precio.
Transmisión frágil… Los palieres delanteros constituyen uno de sus puntos débiles.
Barato de mantener…Con el propulsor HDi, el Vitara constituye un auténtico líder en cuanto a bajo coste por kilómetro.
La suspensión McPherson del eje delantero está muy bien resuelta en cuanto a robustez y fiabilidad, pero le falta recorrido.
El eje trasero, bien guiado, ofrece unos recorridos aceptables y sitúa los amortiguadores en una zona protegida.
El motor cuenta con un cuiroso sistema de purga del circuito de combustible mediante una bomba manual.
El depósito de combustible ha sido ubicado demasiado bajo, por lo que queda bastante expuesto a golpes de piedras.
Te aconsejamos…
Que lo eleves para mejorar cotas y proteger los bajos
Ganar altura… La escasa altura al suelo constituye el talón de Aquiles de este juguete de campo. El tema es fácil de resolver instalando muelles más largos y ruedas de mayor medida.
Desarrollos… De por sí largos, se verán todavía más perjudicados si recurrimos a neumáticos de mayor diámetro.
Para resolver este problema podemos recurrir a un cambio de grupos y de engranajes de la gama baja de la reductora. El mercado de postventa presenta una amplia oferta de accesorios de este tipo para los Suzuki, especialmente para los Samurai y Vitara.
Proteger el eje delantero…Por su limitada altura y el sistema de suspensión, el eje delantero merece un trato especial y debemos protegerlo con una plancha que minimice el efecto de las roderas y piedras de pistas y caminos.
Liberador delantero…La instalación de un liberador de rueda delantero puede preservar el desgaste de los palieres, uno de los elementos más frágiles de este todoterreno.
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Cronología

1988
1988 Se presenta el Suzuki Escudo en Tokio y al año siguiente se inicia su venta con los nombres de Escudo, Geo-Tracker, Sidekick, Vitara…
1991 Aparece la versión de cinco puertas. Se inicia la fabricación en la factoría de Santana.

1991
2001 Para cumplir la normativa antipolución, adoptan la mecánica 2.0 HDi de origen PSA.
2005 Cesa su venta en nuestro mercado. Santana inicia la fabricación de los clónicos 300 y 350. En algunos países, como Ecuador, se sigue comercializando.
Ficha Técnica
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Alternativas: sobre la misma plataforma

Santana 300. Es similar al Vitara, pero con el logotipo de Santana. La mecánica que incorpora es más moderna y de 1,6 litros, aunque también de origen PSA.
Precio: 8.900 – (2006)

Suzuki Grand Vitara. En su anterior entrega, el modelo japonés montaba un propulsor HDi de 110 CV y presentaba mayor refinamiento.
Precio: 9.500 – (2004)
Por fuera
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