A pesar de la crisis, marcas poco conocidas como Tata están aprovechando esa ´falta de presupuesto´ del cliente para sacar al mercado modelos económicos, prácticos y bastante bien equipados. Lo hizo a mediados de año con el Vista, un urbano con un aprovechado espacio interior, un equipamiento por encima del de sus rivales y un precio de tan sólo 7.960 euros.
A los pocos meses renovó el pick up Xenon, con unos cambios de diseño, una evolución del motor diesel -ahora con 150 CV- y leves mejoras en el equipamiento todo ello con un precio que parte desde los 18.751 euros.
Y ahora lo hace con el nuevo Aria, un monovolumen de siete plazas con tracción trasera o total conectable y un amplio equipamiento de serie. Sus precios parten desde los 19.975 para la versión 4×2 hasta los 23.960 euros
Por fuera ofrece un tamaño de 4,78 m –por debajo de la media, ya que un Ford Galaxy mide 4,81 m y un SsangYong Rodius, 5,12 m?-. Su diseño resulta moderno con una superficie acristalada bastante amplia lo que repercute en una visibilidad buena desde el interior.
Su altura libre al suelo sin llegar a ser la de un todoterreno es incluso mayor que la de muchos todo caminos.
La trasera dispone de un enorme portón con los faros colocados en posición vertical. Un toque deportivo es la doble salida de escape –cada una a un lado-.
Siete plazas de verdad
Por dentro, ofrece siete plazas pudiéndose ocultar las de la segunda y tercera fila quedando un espacio de carga de 1.777 litros. Si viajamos con la configuración de cinco plazas el maletero se queda en unos interesantes 587 litros y si decidimos ocupar las siete plazas, el espacio se reduce hasta los 214 litros.
Una vez sentado en el asiento del conductor, sorprende la posición elevada y la buena visibilidad hacia todos lados. La disposición de los mandos se encuentran a mano y en una posición muy intuitiva.
Lo que si sucede -y no en sus rivales más directos- es que los plásticos empleados, incluso en la zona superior del salpicadero son duros restándole calidad. Eso si, dan sensación de solidez y no se escuchan grillos ni cuando circulamos por caminos bacheados.
Un poco pesado
Una vez en marcha, el motor 2.2 Dicor con 150 CV resulta silencioso aunque le falta elasticidad para subir de vueltas lo que unido a su elevado peso –2.120 kg para la versión 4×2 y 2.305 kg para la versión 4×4- repercute en unas prestaciones justas para realizar, por ejemplo, adelantamientos en carreteras de doble sentido. La caja de cambios de cinco velocidades tampoco ayuda ya que ofrece un escalonamiento de marchas poco acertado dejando en evidencia continuamente la falta de elasticidad del motor.
La dirección hidráulica ofrece un buen tacto cosas que no sucede con los frenos, ya que estos en el primera zona de recorrido no disponen de mordiente y una vez que empiezan a actuar, la potencia es insuficiente para detenerlo con total seguridad.
El chasis es de largueros y es similar al del pick up Xenon. El esquema de suspensión recurre a un paralelogramo deformable con doble triángulo para el eje delantero y un eje rígido para la suspensión trasera que resulta excesivamente ´rebotona´.
En las versiones con tracción a las cuatro ruedas, esta se puede conectar y desconectar mediante un botón colocado en el salpicadero siempre que circulemos por debajo de 80 km/h. Una vez conectada o desconectada podremos alcanzar los 170 km/h de velocidad autolimitada electrónicamente.
Su equipamiento de serie resulta muy completo incluyendo ABS, ESP, ASR, seis airbags, aire acondicionado (4×2), Bluetooth (4×4), cámara de visión trasera (4×4), climatizador monozona (4×4), dirección asistida, doble salida de escape, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, faros antiniebla, ordenador de a bordo, luces y limpiaparabrisas automático (4×4), navegador (4×4), llantas de aleación de 17″ (4×4), parrilla delantera cromada, retrovisores eléctricos calefactables, radio CD con mp3 y toma USB, sensor de aparcamiento trasero (versión 4×2), toma de corriente de 12V en el maletero, volante multifunción de cuero