El pick up de bajo coste

Primer contacto con el Tata Xenon

Autofacil
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El recién estrenado importador de Tata para el mercado español ha presentado el renovado pick up Xenon, que se une al Vista -un urbano presentado el pasado abril- en la gama del fabricante indio.


El nuevo Xenon es muy parecido al anterior, ya que exteriormente sólo difiere por una parrilla frontal distinta y los tapacubos de las llantas, ya que en el anterior modelo había llantas de aleación opcionales.

El motor, el 2.2 DICOR -acrónimo de Diesel Injection Common Rail– es el mismo que llevaba la anterior generación, pero actualizado para cumplir con la normativa de emisiones Euro 5 y, ya de paso, para que entregue 10 CV más; llegando ahora a los 150 CV. El renovado Xenon también ha mejorado su equipamiento de seguridad y ahora incluye el airbag del pasajero y el ABS de serie. De hecho, la gama se ha simplificado y tan solo habrá un acabado disponible y como única opción está la pintura metalizada -por 310 euros– y dos techos para la caja de carga -un Full Box por 1.902 euros y un Hard Top acristalado, por 2.103-. De serie, este Tata lleva dirección asistida, aire acondicionado, elevalunas eléctricos, volante de cuero- Todo a un precio de 17.320 euros si se matricula como profesional y 18.751, para particulares.

En cuanto a las configuraciones de carrocería disponibles, el Xenon solo estará disponible en doble cabina -el anterior modelo también se podía adquirir en cabina simple-, mientras que la mayoría de sus rivales ofrecen más alternativas. En cuanto a tamaños está en una zona intermedia, con sus 5,12 metros de longitud, lejos de los 5,30 del Toyota Hilux, el Nissan Navara o el Volkswagen Amarok.

Sí, es un Tata

A los mandos del Tata Xenon, los tópicos sobre la marca afloran, al igual que los recuerdos del anterior modelo. La posición de conducción no es, ni mucho menos, la idónea. Te golpeas la rodilla derecha con la consola central y el brazo izquierdo está demasiado cerca de la puerta. La minúscula rueda con la que se inserta la tracción total y la reductora está escondida bajo el salpicadero, a la izquierda del volante. Es casi imposible saber qué posición has seleccionado;, así, que tienes que esperar a que se ilumine la luz del cuadro para saber si has puesto -2H-, -4H- o -4L-. Aún así, el funcionamiento en sí del dispositivo no es malo.

La palanca de cambios, con un pomo sobredimensionado, tiene un tacto tosco; el embrague parece demasiado frágil, ya que a la mínima muestra síntomas -olorosos- de fatiga. En vista de cómo «protestaba», ni siquiera hemos intentado llegar a las 3.000 vueltas, con lo que resulta difícil imaginarse cómo alcanzar las 4.000 rpm para rendir los 150 CV de potencia máxima que anuncia el fabricante. En cuanto a los consumos, Tata anuncia 7,4 litros en el ciclo combinado, lo cual es una buena cifra en comparación con su competencia, y que nos parece plausible en la práctica porque el Xenon es un vehículo que invita a rodar tranquilo.

La suspensión es la típica de un pick up con triángulos superpuestos con barras de torsión delante -la mayoría de pick up ya monta muelles delante- y ejes rígidos con ballestas -de tres hojas, en este caso-, detrás. Su comportamiento es muy brusco, sobre todo cuando se circula por terrenos bacheados y sin carga. Estos vehículos están pensados para llevar una carga sobre el eje trasero que module la respuesta de las ballestas.

Sobre asfalto, el Xenon invita a ir tranquilo. Dirección, frenos y neumáticos -de la marca india Apollo– cumplen su función con un suficiente. El Xenon es un producto enfocado al ámbito profesional que ofrece lo justo y necesario por un precio bastante competitivo– si no lo financias.

 

Tata Xenon