Si hay una sola flota de taxis que se pueda equiparar en fama a la de Nueva York, esa es la de Londres. Con una estética oscurecida, una forma muy característica y una parrilla frontal de grandes dimensiones, forman parte del paisaje de la capital de Inglaterra casi tanto como las cabinas de teléfono rojas o los autobuses urbanos de dos pisos. Popularmente se le conoce como ´black cab´, y su próxima actualización le pondrá al día en cuestiones de motorización: a partir del año que viene estará impulsado por un motor híbrido.
Y no solo eso, sino que los clásicos taxis serán igualmente sustituidos por nuevos modelos que, no obstante, guardan la imagen sobria de sus predecesores -seguirán siendo fácilmente reconocibles-. Se trata de unos TX con un diseño clásico pero de fabricación actual, y la antigua empresa de taxis ha pasado de ser London Taxi Company a London EV Company, cuya filosofía es mucho más moderna y con un renovado respeto por preservar la calidad del medio ambiente.
Los anteriores taxis, que todavía duran -y que coparán el 100% de las calles de Londres hasta el 1 de agosto de 2018, que es cuando saldrá a la venta el nuevo modelo-, son de los más contaminantes de todo el Reino Unido. Su mecánica diésel, a pesar de su simpleza y su fiabilidad, no tiene para nada en cuenta la ecología, lo que les hace emitir elevadas dosis de gases contaminantes.
Es por ello que el nuevo sistema de propulsión será una motorización híbrida con una autonomía extendida que podría llegar hasta los 640 km. De ellos, unos 100 km se podrían recorrer en modo 100% eléctrico con una sola recarga. Según el fabricante, además, los taxistas podrán ahorrar una media de 100 euros a la semana en combustible en comparación con los obsoletos motores de gasóleo.
