Con un sueldo de 1.000 dirhams al mes -220 euros-, Abdulla no puede pagar ni siquiera una pequeña parte de la poliza de seguro de un Gallardo. El taxista indio ha recibido numerosas ofertas para vender su ticket del sorteo -en el que se ha hecho con el premio de entre 250.000 participantes que realizaron una compra superior a 54 €-, pero le aconsejaron que no las aceptara porque podía conseguir mucho más por el coche. Por eso ha preferido dejar el Lamborghini en el centro comercial hasta encontrar un comprador. El dinero que le den por el Gallardo servirá, en primer lugar, para pagar el préstamo con el que construyó la casa de su familia en la región india de Kerala -Adbulla vive en un apartamento de Al Ain con sus dos hermanos-.
Pero Abdulla, que jamás ha tenido un coche en propiedad, tiene más planes: «Mi región es muy pobre; voy a ayudar a la gente de mi pueblo, y también a mi madre. Mi madre está muy contenta con todo esto». Quiere destinar parte del dinero de la venta a realizar una donación a su mezquita y construir casas nuevas en su vecindario. Asegura que, al volante de la furgoneta Toyota con la que trabaja, siempre respeta las normas de los Emiratos Árabes Unidos.
El Lamborghini Gallardo LP 550-2 que le tocó a Abdulla está valorado en 204.028 dólares -unos 163.000 euros-; con un motor 5.2 V10 de 542 CV, logra una velocidad punta de 323 km/h y acelera de 0 a 160 km/h en poco más de siete segundos.