“Mi nombre es Alberto P. R. y estoy pensando en adquirir un Seat Ibiza Cupra 1.4 TSI de segunda mano. El coche es del año 2009 y pertenece a un conocido. Es el único dueño, y el coche está en buen estado y bien mantenido. Tiene 163.000 kilómetros. El coche me gusta, pero un amigo me ha comentado que Seat dejó de montar ese motor a los pocos años y quería saber si se trata de un motor problemático o no. Y, ya de paso, saber por qué dejaron de montarlo y si puede ser un coche interesante o no.”
Alberto, efectivamente, esa versión del Seat Ibiza Cupra equipaba un curioso motor 1.4 de cuatro cilindros de gasolina que contaba con un curioso sistema de sobrealimentación. Por una parte, empleaba un compresor volumétrico que estaba operativo hasta las 2.400 rpm y, por la otra, utilizaba un turbocompresor de un tamaño relativamente grande que empezaba a soplar con fuerza a partir de las 3.500 rpm.
¿El objetivo? Conseguir una respuesta contundente pero progresiva a bajo régimen y una mayor potencia en la zona alta del cuentavueltas. Este motor se empleó en diversos modelos del Grupo Volkswagen y no en vano ya lo había estrenado el Volkswagen Golf cuatro años antes.
El motivo de la desaparición fue que la propia Volkswagen continuó desarrollando la tecnología turbo y no tardó en descubrir que, por ejemplo, el 1.8 TSI que le pusieron poco después al Ibiza Cupra, conseguía incluso unos consumos más bajos. Eso tenía su razón de ser en el simple hecho de que el compresor volumétrico, para funcionar, tiene que verse accionado por el propio motor, y eso termina por afectar al consumo.
De manera que el ‘invento’ del 1.4 TSI, pese a ser bastante eficiente, no conseguía ser tan bueno como los motores que sacaron después y, lógicamente, el motor terminó desapareciendo, porque no sólo el motor 1.8 TSI con un solo turbo gastaba menos, es que también era mucho más sencillo de construir y contaba con menos piezas que se pudiesen romper.
Pese a ello, ese Seat Ibiza Cupra 1.4 TSI nos parece una buena compra. Tiene un motor con una respuesta enérgica y deportiva, acorde a lo que puedes esperar de sus 180 CV. En cuanto a consumo, lo habitual en conducción normal es que ronde los ,5-8 L/100 km, aunque todo dependerá de tu conducción. Este Seat Ibiza sólo se comercializaba con una caja de cambios automática de siete velocidades de doble embrague.