No suele ser una buena noticia que se encienda un testigo en el cuadro de mandos mientras conducimos; pero si es uno de estos cinco, podemos enfrentarnos a una importante avería…
¡Alarma! Un símbolo que nunca habías visto se ha encendido en la instrumentación. ¿Qué hacer? En primer lugar, debes de tener en cuenta su color. Si es amarillo, significa aviso: se ha producido un fallo, pero podemos proseguir la marcha… hasta el taller más cercano. En cambio, si es rojo, nos informa de una avería importante y es necesario detenernos lo antes posible, ya que de lo contrario podríamos causar daños importantes… e incluso sufrir un accidente. Aquí te mostramos cinco de los testigos de alarma que más debes vigilar.
Testigo de presión del aceite
Se enciende cuando la presión a la salida de la bomba es inferior a la mínima necesaria para lubricar el motor. Suele deberse a dos motivos: un fallo en la bomba o un nivel de aceite muy bajo en el cárter. Si tan sólo parpadea, no hay que preocuparse… pero conviene parar, dejar enfriar el motor y comprobar si el nivel está dentro de los límites. Circular con un problema en la lubricación puede provocar daños graves en el motor.
Testigo de temperatura del motor
Es uno de los más temidos… aunque, en realidad, no tiene por qué ser tan grave. Este testigo suele estar controlado por el sensor de temperatura del líquido refrigerante, aunque también se encenderá si el motor se calienta porque no hay refrigerante o el nivel es muy bajo. No obstante, un ‘calentón’ no siempre es síntoma de avería ni tiene consecuencias si se detiene el vehículo de inmediato y se deja que el motor se enfríe.
Testigo de fallo en los frenos
Si se ilumina este testigo, es señal de que el nivel del líquido de frenos está por debajo del mínimo. Si se trata de una fuga y se pierde por completo el fluido de uno de los circuitos, es posible que la capacidad de frenado se vea muy reducida, haciendo que sea poco recomendable seguir conduciendo. Sin embargo, también puede tratarse de un problema menor, como la avería del sistema Hill Holder (asistente de arranque en pendiente) o el servofreno de emergencia BAS.
Fallo en la dirección asistida
Indica un fallo en el sistema eléctrico de asistencia a la dirección; en el mejor de los casos, puede tratarse únicamente de una incidencia leve, aunque también es posible que deje de funcionar por completo. Conducir sin dirección asistida es posible, pero no recomendable: no sólo por la mayor resistencia que ofrecerá el volante, sino también porque puede dañarse el mecanismo de transmisión.
Pérdida de presión de neumáticos
El sistema de monitorización de presión de los neumáticos es obligatorio desde 2013 en todos los turismos nuevos, y avisa cuando alguna de las ruedas ha perdido aire. Los más sencillos memorizan el radio de la rueda y detectan una diferencia de giro; otros más completos incluyen sensores que miden la presión de manera individual. Una vez solventado el problema, hay que reiniciar el sistema.