La movilidad eléctrica, que tanta repercusión está teniendo en los últimos años, sigue su evolución a pasos agigantados y gracias a proyectos como los de Tesla Motor. En esta ocasión tenemos que hablar de un avance más en la autonomía de las baterías. Tesla, que ya tenía el vehículo con mayor autonomía del mercado, araña un 30% más de autonomía con una batería que es capaz de durar hasta los 650 kms.
Este progreso se ha alcanzado gracias a una innovara conjunción entre dos modelos de batería: por un lado, la habitual de ion litio y, por otro, una de metal aire, que ampliaría la autonomía de la batería siendo posible realizar viajes más o menos largos sin necesidad de regargar dicha batería.
Este concepto constituye una nueva forma de plantear las baterías para automóviles por lo que se refiere al sistema de metal aire: estas baterías, que utilizan oxígeno y metales como el aluminio, ofrecen una mayor autonomía pero, a cambio, disponen de una vida útil más corta con recargas frecuentes -tienen más densidad de energía que las de iones de litio pero una baja densidad de potencia-. Así, pese a que no son útiles como suministrador principal de energía -este papel correría a cargo de las ion litio-, sí pueden ser usadas como extensores del alcance del vehículo a la hora, por ejemplo, de realizar viajes largos.
Estas nuevas y revolucionarias baterías aún no tienen fecha para que las veamos en algún vehículo de la marca, aunque desde Global Equities Research consideran que los coches eléctricos de la start-up californiana podrían montarlas a partir del año 2015.