Para todos cuanto sentimos con emoción y curiosidad este mundo del motociclismo, el nacimiento y aplicación de nuevas tecnologías mecánicas y de seguridad, en continua búsqueda de la perfección, nos colma de satisfacción y nos hace pensar en un interrumpido proceso de originalidad y amor a las dos ruedas motorizadas.
Por ahora, el cómo nos tiene ensimismados y Fórmula Moto corresponde a la curiosidad con la mejor información de todo lo nuevo. El cuánto vendrá más adelante si es imposible anticipar cifras. Las fábricas harán cuanto esfuerzo económico esté en sus manos y, mientras tanto, pasemos páginas y soñemos. Soñar no cuenta nada.
Otro tema destacado de este mes es el cincuenta aniversario de la Guardia Civil de Tráfico.
Siempre me ha impresionado el sacrificio de quienes tienen la misión de vigilar la circulación rodada hasta en las peores condiciones meteorológicas con su sentido de ayuda, instantánea a ser posible, acorde con los medios a su alcance, afortunadamente mejores cada día.
El cumplimiento de medio siglo de convivencia con este Cuerpo nos parece un momento oportuno para expresarle nuestra gratitud por la tranquilidad proporcionada en cumplimiento de su sentido del deber.
Hoy son 10.000 números en activo, entre hombres y mujeres en beneficio de la correcta circulación.
Han sido 24 millones los servicios de Unidad, contabilizados durante esos cincuenta años a favor de conductores con problemas, extensivos a 20 millones más de auxilios a otras personas en apuros o en peligro fuera de las carreteras.
Todo se comprende y se aprecia con más exactitud si se tiene la suerte de contar con el excelente libro editado por la Dirección General de Tráfico, ilustrado con sentido informativo por estampas y fotografías históricas y textos de indudable valor documental. Agradezco a Pere Navarro el envío de este regalo.
Finaliza el libro con la relación de nombres y cargos de los 311 guardias civiles de tráfico muertos en misiones de servicio.
Como homenaje he leído uno por uno sus nombres antes de poner sobre mi mesa la medalla de bronce – me vino con el libro – acuñada en memoria de todos ellos y del cincuentenario de la fundación de esta Agrupación de la Guardia Civil. En reconocimiento de su eficacia, les dedico con agradecimiento un ¡Viva España!