Un amortiguador convencional puede costarle al fabricante del vehículo entre 12 y 15 -. Un amortiguador electrónico, entre 60 y 65 – por unidad. Un coche con suspensión electrónica cuesta en fábrica unos 300 – más. Si los pides como opción en el concesionario pagarás más de 1.000 -.
De todo esto nos hemos enterado en la inauguración de Tenneco Innovación, el nuevo Centro de Investigación y Desarrollo de la multinacional americana situado en Ermua, Vizcaya, junto a la fábrica de donde salen todos los amortiguadores electrónicos Tenneco-Monroe para los cinco continentes. Se trata del centro de I+D global para el desarrollo y fabricación de su sistema de suspensión electrónica (CES) que montan en Europa algunas versiones de Mercedes, BMW, Volkswagen o Ford.
Para los amantes de los datos: Tenneco fabrica en Ermua 600.000 amortiguadores electrónicos al año, de los que un 80% va destinado a primer equipo y un 20% al mercado del recambio. En 2010 se fabricaron en el mundo un total de 28.000.000 de amortiguadores. Poco más de 1.000.000, electrónicos.