
Ambas variantes han sido desarrolladas sobre la nueva plataforma global de vehículos para el segmento C, que también utilizará el Focus 2011, y llevan a la cadena de montaje el concepto de diseño que pudimos ver en el prototipo Iosis. Se avanza así en el lenguaje de formas kinetic design, que aquí ha dejado unas superficies más esculpidas, una línea de cintura ascendente, un techo más fluido y unos prominentes pasos de rueda. Como novedad, el siete plazas introduce puertas traseras correderas, que facilita el acceso al vehículo (es la primera vez que se ve esta solución en un vehículo Ford en Europa). El portón, por su parte, guarda bastantes similitudes con el del Galaxy.
Interior mejorado
Por dentro, las familia C-Max y Grand C-Max han mejorado sensiblemente en cuanto a calidad de materiales y ajustes, desarrollando los temas de diseño introducidos en el Fiesta. La consola central se sitúa en una posición bastante elevada, mientras que la pieza en forma de ala del panel superior se prolonga aumentando la sensación de amplitud. Destaca su gran número de huecos portaobjetos, que encuentran su máxima expresión en la enorme guantera, los bolsillos de las puertas, los posavasos de la consola central y el compartimento de los pasajeros de las plazas traseras. El volante incluye dos mandos que controlan la interfaz MyFord Connect.
Motores más eficientes
La gama europea se beneficiará de nuevos motores diésel Duratorq TDCi , así como el nuevo 1.6 EcoBoost de gasolina. Este motor EcoBoost SCTi de 1.6 litros y cuatro cilindros se estrena en esta familia con potencias de 150 y 180 CV. El más potente entrega un par de 240 Nm con un consumo de 6,6 litros cada 100 km y unas emisiones de CO2 de 154 gr/km. Si lo comparamos con el motor de 2.0 litros 145 CV de la generación anterior, reduce el consumo y las emisiones en un 10% (a pesar de que la potencia ha subido un 24%, y el par, un 30%). La gama gasolina también incluye el conocido motor Duratec Ti-VCT 1.6 con potencias de 105 y 125 CV. Este bloque también ha sido mejorado para ganar en potencia y reducir el consumo (por ejemplo, el 105 CV consume un 4% menos que el 100 CV anterior).
En cuanto a diésel, como dijimos con anterioridad, la oferta se compone de dos nuevos motores Duratorq. El primero de ellos es un 1.6 con dos potencias diferentes: 95 y 115 CV. En ambos casos los consumos son más que interesantes (4,5 litros cada 100 km), al igual que las emisiones, que se quedan en 119 gr/km (quedará exento de abonar el impuesto de matriculación). Por su parte, el motor de 2.0 litros también se escalona en dos niveles de potencia: 140 y 163 CV, que sustituyen al anterior de 136 CV. Como pasa con los otros propulsores, a pesar de aumentar la potencia de manera considerable, el consumo desciende un 7%, quedando en 5,3 litros con unas emisiones de 139 gramos.
Estos dos motores diésel están disponibles con una nueva caja manual de seis velocidades y con la transmisión automática de doble embrague y seis marchas Ford PowerShift.
Más tecnología
Debido a que esta nueva gama C-Max es la primera en utilizar la nueva plataforma global del segmento C se beneficia de una amplia oferta tecnológica. Entre los dispositivos más destacados, podemos nombrar un sistema de información de puntos ciegos, un dispositivo de ajuste del límite de velocidad, recordatorio de cinturón de seguridad, cierres activados electrónicamente para niños, portón trasero de apertura eléctrica y cámara de visión trasera.