El 12 de abril de este año, un conductor se saltó un STOP en un cruce, dándome un golpe que dañó la aleta delantera izquierda, rompió el intercooler, el amortiguador, la rueda y la llanta de mi Corolla. El accidente ocurrió en Córdoba, y como era Semana Santa el coche tuvo que quedarse allí, en depósito, hasta el lunes siguiente. Yo aproveché ese tiempo para llamar a varios talleres y así enterarme de cuál era mejor. Entre ellos llamé, lógicamente, al que me vendió el coche -Century Cars-, donde me dijeron que no había problema para arreglarlo y que así conservaría la garantía. El Toyota entró en el taller el 18 de abril y, a partir de ese momento, empezaron todos los problemas: en primer lugar, no me dijeron que para el arreglo de chapa y pintura tenían que llevar mi coche a Futur Car, un taller que se encuentra a unos 200 m y que pertenece a la marca Opel. ¿Es lógico que yo deba llevar mi Corolla a un taller oficial para que luego lo transporten en grúa de un lado para otro, exponiéndolo a daños mayores y retrasando el plazo de reparación? Lo único que he conseguido ha sido perder dinero y tiempo -estos talleres se encuentran a 100 km de mi pueblo-. Además, el perito del seguro ha tenido que ir dos veces -una para peritar la chapa y pintura en el taller de Opel y otra para la mecánica en el servicio oficial Toyota- y en Century Car todavía no han reparado los desperfectos mecánicos, cuando me aseguraron que sólo tardarían dos días. No hacen más que darme excusas y yo necesito el coche para trabajar; he hablado con el servicio de atención al cliente y tampoco me dan una solución. Eso sí: me ofrecen la posibilidad de alquilarles un vehículo de sustitución por 20 euros al día. ¿Podéis ayudarme?
Toyota nos ha informado de que los retrasos se debieron al tiempo perdido en los peritajes. El coche llegó al taller en grúa el 18 de abril; el perito pasó a verlo en varias ocasiones y pidió finalmente al concesionario que lo desmontara para evaluar los daños, y que él regresaría la segunda semana de mayo para peritarlo. El 16 de mayo lo trasladaron a Futur Car para que el perito realizara el examen de chapa y mecánica en ese taller, emitiendo su informe el día 25. El vehículo se reparó de chapa el 2 de junio -viernes-, y el 13 de mecánica, pero al probarlo en el taller comprueban que el sensor de velocidad estaba mal y que el latiguillo de la pinza del freno perdía líquido, por lo que se cambian dichas piezas. Entregan el coche al cliente el 16 de junio, pero el 19 éste llama al concesionario para decirles que el coche no frena bien. Se cambiaron los discos del freno, se sangró el circuito y, por último, se sustituyó la barra estabilizadora; operación que requería llamar a la compañía de seguros para que peritarade nuevo el incidente. Ésta autorizó el cambio de dicha estabilizadora el día 23. Al final, el coche se ha entregado al cliente el 28 de junio; lo llevaron a su domicilio en grúa -pagada por el concesionario como atención comercial-.