En junio de este año comencé a notar, entre las 1.100 y 2.000 rpm, unas extrañas vibraciones procedentes del motor; además, observé cómo por el tubo de escape salía más humo de lo habitual. Lo llevé al servicio oficial donde no detectaron nada anormal, y me dijeron que, como no era algo urgente, siguiera circulando con el coche. El 23 de agosto volví para pasar la revisión de los 30.000 km, y fue entonces cuando descubrieron que tenía un problema de inyección; tomaron unos parámetros y los enviaron a la central, donde determinaron que había que cambiar los cuatro inyectores… Sin embargo, desde ese día sigo esperando a que lleguen los repuestos. ¿Podéis ayudarme?
El gabinete de comunicación de Toyota nos ha asegurado que los inyectores llegaron el día 12 de septiembre y el vehículo se reparó el 15 de ese mismo mes -en garantía-. Desde ese momento no se ha detectado problema alguno y el Corolla se encuentra en perfecto estado de funcionamiento.