En principio, el prototipo fue presentado bajo la premisa de que no pasaría de ser un concept car: «La decisión no está tomada. Pero las posibilidades de que sea producido han pasado a ser del 50 % cuando antes eran cero. Cada alto ejecutivo de Toyota Motor Company ese consciente de la buena acogida que ha tenido, y ahora estamos discutiendo cómo podríamos hacerlo una realidad y encajarlo en nuestros planes de producción».
Para Schlicht, haber podido ver primero el prototipo ha sido vital para que los directivos de Toyota siquiera consideraran comercializarlo: Habría sido demasiado radical para ellos. «Nunca lo habríamos creado partiendo de un plan de producto, pero la gente vio la idea y le encantó. Y los concesionarios también están como locos con él».
Schlicht, que en abril pasará a ser el jefe de producto de Toyota y Lexus en Europa, cuenta que su centro de diseño en California tan sólo recibió la directriz de crear un coupé de 2+2 plazas. Con 4,63 metros de longitud, su mecánica híbrida (Advanced Lexus Hybrid Drive), rinde más de 500 CV y emite menos de 150 gramos por km.