En realidad, el iQ se limita a mejorar los interiores, su verdadero punto débil, sobre todo si tenemos en cuenta que la versión de acceso cuesta 12.900 euros. Ahora la calidad será mucho mayor, con mejores materiales, nuevas combinaciones de colores, paneles decorativos -Piano Black- y más tapicerías -incluyendo cuero de manera opcional-.
La gama mecánica no sufrirá cambios en nuestro mercado, al menos que Toyota nos dé alguna sorpresa en París. También se habla de una versión de acceso llamada iQzero, que eliminará las llantas de aleación y otros elementos superfluos para rebajar el precio en torno a 800 euros.
