Estéticamente presenta grandes diferencias con respecto al RAV4 con motor de combustión, sobre todo por la carencia de tomas de aire para la ventilación, que ahora son totalmente innecesarias. Como es de esperar, el peso se ve penalizado en 100 kilos si lo comparamos con el del V6 que se vende en Estados Unidos, aunque curiosamente no se ha perdido capacidad de maletero, que suele ser el primer sacrificado para acoger el paquete de baterías. Éstas son de ión-litio y tienen una capacidad de 30 kWh, aunque aún no tenemos datos de tiempos de carga. En cuanto a autonomía, se especula con un máximo de 160 kilómetros, muy en consonancia con los eléctricos que ya se comercializan o que llegarán en los próximos meses.
Toyota no ha anunciado la potencia del motor eléctrico del RAV4 EV, pero puede moverse en torno a los 220 CV para conseguir unas prestaciones similares a la de sus hermanos con motor de combustión. Lo que sí se han tenido que redistribuir son las masas y modificar las suspensiones para compensar el aumento de peso, sobre todo en la parte trasera, donde se ubican las baterías.
De momento, el RAV4 EV no está a la venta. En 2011 comenzarán a rodar 35 unidades de prueba para dar el salto al mercado en 2012, aunque por el momento sólo está confirmada su llegada a Estados Unidos. ¿Y después? En 2012 llegará también el Toyota Prius plug-in y otro urbano 100% eléctrico. También están en los planes de la marca el lanzamiento de hasta siete híbridos de aquí a 2013, así como un vehículo de hidrógeno en 2015.